El par GBP/USD rompió su racha ganadora de dos días, retrocediendo a alrededor de 1.2850 durante las horas de negociación asiáticas del jueves. La Libra esterlina (GBP) se vio presionada tras la publicación de datos más débiles de lo esperado del Balance de Precios de Vivienda de RICS, que mostró solo un aumento del 2% en marzo. Esto marcó una desaceleración significativa respecto a las ganancias del 20% y 11% registradas en enero y febrero, respectivamente, y estuvo muy por debajo del aumento anticipado del 8%, destacando una estancación en el crecimiento de precios en los últimos meses.
Pese a ello, la Libra esterlina se vio afectada por la renovada tensión comercial entre EE.UU. y China. El presidente estadounidense Donald Trump anunció un aumento inmediato de los aranceles sobre las importaciones chinas al 125%, tras el aumento retaliatorio de China en los aranceles sobre los productos estadounidenses al 84%. Esta guerra comercial en escalada plantea un trasfondo negativo para el Reino Unido (UK), que parece mal equipado para competir en una guerra de precios con China. Los aumentos de aranceles en represalia eclipsaron los esfuerzos anteriores por aliviar las tensiones comerciales, donde EE.UU. había reducido temporalmente los aranceles al 10% durante 90 días para apoyar negociaciones más amplias.
El sentimiento del mercado se ha vuelto moderado hacia el Banco de Inglaterra (BoE), con los operadores esperando cada vez más un alivio de la política en respuesta a los riesgos económicos globales. Los analistas de Deutsche Bank anticipan que el BoE podría responder de manera decisiva en su reunión de mayo con un agresivo recorte de tasas de 50 puntos básicos (bps).
Mientras tanto, las actas de la última reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) sugirieron que los responsables de la política estadounidense están casi unánimes en reconocer la doble amenaza de la inflación persistente y el crecimiento económico lento. Las actas advirtieron sobre "difíciles compensaciones" por delante para la Reserva Federal mientras navega por estos desafíos en competencia.
La Libra esterlina (GBP) es la moneda más antigua del mundo (886 d. C.) y la moneda oficial del Reino Unido. Es la cuarta unidad de cambio de divisas (FX) más comercializada en el mundo, representando el 12% de todas las transacciones, con un promedio de 630 mil millones de $ al día, según datos de 2022. Sus pares comerciales clave son GBP/USD, que representa el 11% de FX, GBP/JPY (3%) y EUR/GBP (2%). La Libra esterlina es emitida por el Banco de Inglaterra (BoE).
El factor más importante que influye en el valor de la Libra esterlina es la política monetaria decidida por el Banco de Inglaterra. El Banco de Inglaterra basa sus decisiones en si ha logrado su objetivo principal de "estabilidad de precios": una tasa de inflación constante de alrededor del 2%. Su principal herramienta para lograrlo es el ajuste de los tipos de interés. Cuando la inflación es demasiado alta, el Banco de Inglaterra intentará controlarla subiendo los tipos de interés, lo que encarece el acceso al crédito para las personas y las empresas. Esto es generalmente positivo para la libra esterlina, ya que los tipos de interés más altos hacen del Reino Unido un lugar más atractivo para que los inversores globales inviertan su dinero. Cuando la inflación cae demasiado es una señal de que el crecimiento económico se está desacelerando. En este escenario, el Banco de Inglaterra considerará bajar los tipos de interés para abaratar el crédito, de modo que las empresas se endeudarán más para invertir en proyectos que generen crecimiento.
Los datos publicados miden la salud de la economía y pueden afectar el valor de la libra esterlina. Indicadores como el PIB, los PMI de manufactura y servicios y el empleo pueden influir en la dirección de la Libra esterlina.
Otro dato importante que se publica y afecta a la Libra esterlina es la balanza comercial. Este indicador mide la diferencia entre lo que un país gana con sus exportaciones y lo que gasta en importaciones durante un período determinado. Si un país produce productos de exportación muy demandados, su moneda se beneficiará exclusivamente de la demanda adicional creada por los compradores extranjeros que buscan comprar esos bienes. Por lo tanto, una balanza comercial neta positiva fortalece una moneda y viceversa en el caso de un saldo negativo