El AUD/JPY recupera pérdidas recientes de la sesión anterior, cotizando alrededor de 93.30 durante las horas asiáticas del viernes. El Dólar australiano (AUD) encuentra soporte en el aumento de los precios de las materias primas, incluidos el Oro, el Acero y el Mineral de Hierro, lo que refuerza su fortaleza frente al Yen japonés (JPY).
Sin embargo, las tensiones comerciales globales pesan sobre el cruce AUD/JPY tras la decisión del presidente estadounidense Donald Trump de mantener un arancel del 25% sobre las exportaciones de aluminio y acero australianos, valoradas en casi 1.000 millones de dólares. Este movimiento añade presión sobre las perspectivas comerciales de Australia y sus exportaciones clave. A pesar de esto, el Primer Ministro australiano Anthony Albanese confirmó que Australia no impondrá aranceles de represalia a EE.UU., afirmando que tales medidas aumentarían los costos para los consumidores y elevarían la inflación.
Mientras tanto, el Yen japonés sigue bajo presión en medio de una postura cautelosa del Banco de Japón (BoJ). Se espera que el banco central mantenga las tasas de interés sin cambios la próxima semana mientras evalúa los riesgos que representan las crecientes tensiones comerciales de EE.UU. para la economía impulsada por las exportaciones de Japón. El momento de la próxima subida de tasas del BoJ sigue siendo incierto, con los responsables de políticas monitoreando las incertidumbres globales.
"La economía de Japón y los desarrollos de precios parecen estables, pero los riesgos externos están creciendo," dijo una fuente familiarizada con las discusiones del BoJ a Reuters. "La incertidumbre global elevada podría impactar los planes de subida de tasas del BoJ," coincidieron dos fuentes adicionales.
A pesar del reciente retroceso, el JPY se mantiene cerca de sus niveles más fuertes frente a sus pares en meses, apoyado por las expectativas de más subidas de tasas del BoJ este año. Además, las empresas japonesas han acordado aumentos salariales sustanciales por tercer año consecutivo para ayudar a los trabajadores a hacer frente a la inflación y abordar la escasez de mano de obra. Se espera que los salarios más altos impulsen el gasto del consumidor, alimenten la inflación y proporcionen al BoJ una mayor flexibilidad para futuras subidas de tasas.
Las instituciones financieras cobran los tipos de interés sobre los préstamos a los prestatarios y los pagan como intereses a los ahorradores y depositantes. En ellos influyen los tipos básicos de interés, que fijan los bancos centrales en función de la evolución de la economía. Normalmente, los bancos centrales tienen el mandato de garantizar la estabilidad de los precios, lo que en la mayoría de los casos significa fijar como objetivo una tasa de inflación subyacente en torno al 2%.
Si la inflación cae por debajo del objetivo, el banco central puede recortar los tipos básicos de interés, con el fin de estimular el crédito e impulsar la economía. Si la inflación aumenta sustancialmente por encima del 2%, el banco central suele subir los tipos de interés de los préstamos básicos para intentar reducir la inflación.
En general, unos tipos de interés más elevados contribuyen a reforzar la moneda de un país, ya que lo convierten en un lugar más atractivo para que los inversores mundiales aparquen su dinero.
Los tipos de interés más altos influyen en el precio del Oro porque aumentan el coste de oportunidad de mantener Oro en lugar de invertir en un activo que devengue intereses o depositar efectivo en el banco.
Si los tipos de interés son altos, el precio del Dólar estadounidense (USD) suele subir y, como el Oro cotiza en dólares, el precio del Oro baja.
La tasa de los fondos federales es el tipo a un día al que los bancos estadounidenses se prestan entre sí. Es el tipo de interés oficial que suele fijar la Reserva Federal en sus reuniones del FOMC. Se fija en una horquilla, por ejemplo 4.75%-5.00%, aunque el límite superior (en este caso 5.00%) es la cifra citada.
Las expectativas del mercado sobre el tipo de interés de los fondos de la Reserva Federal son seguidas por la herramienta FedWatch del CME, que determina el comportamiento de muchos mercados financieros en previsión de futuras decisiones de política monetaria de la Reserva Federal.