El cruce EUR/JPY pierde tracción alrededor de 159.40 durante la sesión europea del viernes. La incertidumbre y el sentimiento de aversión al riesgo en los mercados impulsan los flujos hacia activos de refugio seguro, beneficiando al Yen japonés (JPY). Los inversores esperan la publicación del Producto Interior Bruto (PIB) de la Eurozona para el cuarto trimestre, que se dará a conocer más tarde el viernes.
Técnicamente, el EUR/JPY mantiene la vibra bajista en el gráfico diario, ya que el índice permanece limitado por debajo de la media móvil exponencial (EMA) clave de 100 días. No obstante, no se puede descartar una mayor consolidación, ya que el Índice de Fuerza Relativa (RSI) de 14 días se sitúa alrededor de la línea media de 50, cerca de 54.0, sugiriendo un impulso neutral a corto plazo.
El nivel de soporte inicial para el cruce surge en 159.12, el mínimo del 6 de marzo. Cualquier venta adicional por debajo de este nivel podría exponer 156.18, el mínimo del 3 de diciembre de 2024. El nivel de contención crucial a vigilar es la zona de 154.85-154.80, que representa el límite inferior de la Banda de Bollinger y el mínimo del 28 de febrero.
En el lado positivo, la primera barrera al alza se encuentra en 160.70, la EMA de 100 días. Las ganancias extendidas podrían allanar el camino hacia la región de 161.00-161.10, que representa el nivel psicológico y el límite superior de la Banda de Bollinger. El siguiente obstáculo se observa en 162.80, el máximo del 14 de enero.
El Yen japonés (JPY) es una de las divisas más negociadas del mundo. Su valor viene determinado en líneas generales por la marcha de la economía japonesa, pero más concretamente por la política del Banco de Japón, el diferencial entre los rendimientos de los bonos japoneses y estadounidenses o el sentimiento de riesgo entre los operadores, entre otros factores.
Uno de los mandatos del Banco de Japón es el control de divisas, por lo que sus movimientos son clave para el Yen. El BoJ ha intervenido directamente en los mercados de divisas en ocasiones, generalmente para bajar el valor del Yen, aunque se abstiene de hacerlo a menudo debido a las preocupaciones políticas de sus principales socios comerciales. La actual política monetaria ultralaxa del BoJ, basada en estímulos masivos a la economía, ha provocado la depreciación del Yen frente a sus principales pares monetarios. Este proceso se ha exacerbado más recientemente debido a una creciente divergencia de políticas entre el Banco de Japón y otros bancos centrales principales, que han optado por aumentar bruscamente los tipos de interés para luchar contra niveles de inflación de décadas.
La postura del Banco de Japón de mantener una política monetaria ultralaxa ha provocado un aumento de la divergencia política con otros bancos centrales, en particular con la Reserva Federal estadounidense. Esto favorece la ampliación del diferencial entre los bonos estadounidenses y japoneses a 10 años, lo que favorece al Dólar frente al Yen.
El Yen japonés suele considerarse una inversión de refugio seguro. Esto significa que en tiempos de tensión en los mercados, los inversores son más propensos a poner su dinero en la moneda japonesa debido a su supuesta fiabilidad y estabilidad. En épocas turbulentas, es probable que el Yen se revalorice frente a otras divisas en las que se considera más arriesgado invertir.