El Peso mexicano hizo un regreso, subiendo más del 0.23% frente al Dólar. Las ventas minoristas en diciembre superaron las estimaciones, aunque quedaron por debajo de las cifras del mes anterior. El USD/MXN se negocia a 20.39 después de alcanzar un máximo diario de 20.46.
La agenda económica de México reveló que el gasto del consumidor disminuyó en comparación con los datos de noviembre, pero superó las pesimistas expectativas de los economistas privados. Mientras tanto, el Banco de México (Banxico) reveló sus últimas actas de reunión, reafirmando la postura dovish de la institución mexicana y sugiriendo que se contemplan más recortes de tasas.
El miércoles, Banxico presentó su informe trimestral para el Q4 2024, en el que el banco central revisó a la baja su pronóstico de crecimiento para 2025. Además, el banco espera un consumo y gasto privado más débiles, reflejando un entorno altamente incierto.
Respecto a su recorte de tasas de 50 puntos básicos en la última decisión de política monetaria, la Junta de Gobierno descartó que estén cómodos con los niveles actuales de inflación. Destacó el progreso del proceso de desinflación.
El viernes, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presentará la lectura final del PIB para el Q4 2024, que se espera muestre una contracción trimestral y se prevé que se expanda anualmente.
El USD/MXN continuó consolidándose por debajo de la media móvil simple (SMA) de 50 días, manteniendo a los toros en jaque. Una mayor debilidad podría llevar el tipo de cambio por debajo de la SMA de 100 días en 20.22 y amenazar con desafiar la figura psicológica de 20.00. Si se supera, el siguiente soporte sería el mínimo del 18 de octubre de 2024 en 19.64, antes de la SMA de 200 días en 19.37.
Por el contrario, si el USD/MXN sube por encima de la SMA de 50 días, se prevén más ganancias por delante de la marca de 20.50.
El Peso mexicano (MXN) es la moneda más comercializada entre sus pares latinoamericanas. Su valor está ampliamente determinado por el desempeño de la economía mexicana, la política del banco central del país, la cantidad de inversión extranjera en el país e incluso los niveles de remesas enviadas por los mexicanos que viven en el extranjero, particularmente en los Estados Unidos. Las tendencias geopolíticas también pueden afectar al MXN: por ejemplo, el proceso de nearshoring (o la decisión de algunas empresas de reubicar la capacidad de fabricación y las cadenas de suministro más cerca de sus países de origen) también se considera un catalizador para la moneda mexicana, ya que el país se considera un centro de fabricación clave en el continente americano. Otro catalizador para el MXN son los precios del petróleo, ya que México es un exportador clave de la materia prima.
El objetivo principal del banco central de México, también conocido como Banxico, es mantener la inflación en niveles bajos y estables (en o cerca de su objetivo del 3%, el punto medio de una banda de tolerancia de entre el 2% y el 4%). Para ello, el banco establece un nivel adecuado de tasas de interés. Cuando la inflación es demasiado alta, Banxico intentará controlarla subiendo las tasas de interés, lo que encarece el endeudamiento de los hogares y las empresas, enfriando así la demanda y la economía en general. Las tasas de interés más altas son generalmente positivas para el Peso mexicano (MXN), ya que conducen a mayores rendimientos, lo que hace que el país sea un lugar más atractivo para los inversores. Por el contrario, las tasas de interés más bajas tienden a debilitar el MXN.
La publicación de datos macroeconómicos es clave para evaluar el estado de la economía y puede tener un impacto en la valuación del peso mexicano (MXN). Una economía mexicana fuerte, basada en un alto crecimiento económico, un bajo desempleo y una alta confianza es buena para el MXN. No solo atrae más inversión extranjera, sino que puede alentar al Banco de México (Banxico) a aumentar las tasas de interés, en particular si esta fortaleza se acompaña de una inflación elevada. Sin embargo, si los datos económicos son débiles, es probable que el MXN se deprecie.
Como moneda de mercado emergente, el Peso mexicano (MXN) tiende a subir durante períodos de riesgo, o cuando los inversores perciben que los riesgos generales del mercado son bajos y, por lo tanto, están ansiosos por participar en inversiones que conllevan un mayor riesgo. Por el contrario, el MXN tiende a debilitarse en momentos de turbulencia del mercado o incertidumbre económica, ya que los inversores tienden a vender activos de mayor riesgo y huir a los refugios seguros más estables.