La Libra esterlina (GBP) cotiza con cautela frente a sus principales pares el viernes. La moneda británica lucha por encontrar una base firme, ya que los inversores están preocupados por las perspectivas económicas del Reino Unido a pesar de los datos optimistas del Producto Interior Bruto (PIB) de diciembre y del último trimestre del año anterior.
En la última reunión de política monetaria, el Banco de Inglaterra (BoE) redujo a la mitad sus previsiones de PIB para el año al 0.75%, lo que fue un gran golpe para la Canciller del Exchequer Rachel Reeves, quien ha estado prometiendo impulsar el crecimiento económico. El BoE declaró que los aranceles globales más altos ralentizarían su tasa de crecimiento.
La Oficina Nacional de Estadísticas del Reino Unido (ONS) informó el jueves que la economía se expandió sorprendentemente un 0.1% en el cuarto trimestre de 2024, mientras que los economistas proyectaban que se habría contraído a un ritmo similar. En diciembre, la tasa de crecimiento del PIB fue robusta en un 0.4%.
De cara al futuro, los próximos desencadenantes para la Libra esterlina serán los datos del mercado laboral de los tres meses que terminan en diciembre y los datos del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de enero, que se publicarán el martes y miércoles, respectivamente. Ambos indicadores económicos influirán en la especulación del mercado sobre si el Banco de Inglaterra (BoE) reducirá nuevamente las tasas de interés en la reunión de marzo. El BoE recortó sus tasas de interés clave en 25 puntos básicos (pbs) al 4.5% el 6 de febrero.
La Libra esterlina revisita un máximo de seis semanas alrededor de 1.2570 frente al Dólar estadounidense. El par GBP/USD se fortaleció después de romper por encima de la media móvil exponencial (EMA) de 50 días, que se sitúa alrededor de 1.2490, el jueves.
El Índice de Fuerza Relativa (RSI) de 14 días avanza cerca de 60.00. Un impulso alcista se activaría si el RSI (14) se mantiene por encima de ese nivel.
Mirando hacia abajo, el mínimo del 3 de febrero de 1.2250 actuará como una zona de soporte clave para el par. Al alza, los retrocesos de Fibonacci del 38.2% y 50% en 1.2610 y 1.2767, respectivamente, actuarán como zonas de resistencia clave.
La Libra esterlina (GBP) es la moneda más antigua del mundo (886 d. C.) y la moneda oficial del Reino Unido. Es la cuarta unidad de cambio de divisas (FX) más comercializada en el mundo, representando el 12% de todas las transacciones, con un promedio de 630 mil millones de $ al día, según datos de 2022. Sus pares comerciales clave son GBP/USD, que representa el 11% de FX, GBP/JPY (3%) y EUR/GBP (2%). La Libra esterlina es emitida por el Banco de Inglaterra (BoE).
El factor más importante que influye en el valor de la Libra esterlina es la política monetaria decidida por el Banco de Inglaterra. El Banco de Inglaterra basa sus decisiones en si ha logrado su objetivo principal de "estabilidad de precios": una tasa de inflación constante de alrededor del 2%. Su principal herramienta para lograrlo es el ajuste de los tipos de interés. Cuando la inflación es demasiado alta, el Banco de Inglaterra intentará controlarla subiendo los tipos de interés, lo que encarece el acceso al crédito para las personas y las empresas. Esto es generalmente positivo para la libra esterlina, ya que los tipos de interés más altos hacen del Reino Unido un lugar más atractivo para que los inversores globales inviertan su dinero. Cuando la inflación cae demasiado es una señal de que el crecimiento económico se está desacelerando. En este escenario, el Banco de Inglaterra considerará bajar los tipos de interés para abaratar el crédito, de modo que las empresas se endeudarán más para invertir en proyectos que generen crecimiento.
Los datos publicados miden la salud de la economía y pueden afectar el valor de la libra esterlina. Indicadores como el PIB, los PMI de manufactura y servicios y el empleo pueden influir en la dirección de la Libra esterlina.
Otro dato importante que se publica y afecta a la Libra esterlina es la balanza comercial. Este indicador mide la diferencia entre lo que un país gana con sus exportaciones y lo que gasta en importaciones durante un período determinado. Si un país produce productos de exportación muy demandados, su moneda se beneficiará exclusivamente de la demanda adicional creada por los compradores extranjeros que buscan comprar esos bienes. Por lo tanto, una balanza comercial neta positiva fortalece una moneda y viceversa en el caso de un saldo negativo