El Dólar estadounidense ganó impulso tras conocerse que la inflación de Estados Unidos creció en enero más de lo esperado. El USD/MXN saltó del mínimo diario situado en 20.53 a un nuevo máximo del día en 20.63. Al momento de escribir, el par cotiza sobre 20.62, ganando un 0.40% en lo que llevamos de jornada.
El Índice del Dólar estadounidense (DXY) se ha disparado a máximos de ocho días en 108.52 tras conocerse que la inflación general de Estados Unidos creció en enero a un ritmo anual del 3%, por encima del 2.9% previo y previsto. El IPC subyacente, que excluye alimentos frescos y energía, aumentó al 3.3%, empeorando el 3.2% de diciembre y el 3.1% esperado.
El aumento de los precios refuerza la postura restrictiva de la Fed, cuyo presidente Jerome Powell declaró ayer ante el Congreso estadounidense que la entidad no debía apresurarse hasta asegurar que la inflación seguía la senda prevista. La herramienta Fed Watch de CME Group da solo un 0.5% de opciones a un recorte de tasas de interés en marzo. Para mayo, las probabilidades se sitúan en un escaso 12.1% y en junio, que es cuando el mercado esperaba la primera rebaja, las posibilidades se reducen al 34.9%.
El foco para los operadores gira ahora al segundo día de comparecencia de Jerome Powell ante el Congreso, ya que podría opinar sobre los datos de inflación publicados hoy y ofrecer alguna pista sobre la senda a seguir por la política monetaria.
Mientras tanto, Donald Trump firmó ayer la imposición de aranceles del 25% a las importaciones a EE.UU. de aluminio y acero de cualquier país, incluyendo México. La aplicación entrará en vigor el próximo 4 de marzo, cuando ya haya finalizado el mes de pausa acordado por el gobierno estadounidense y el mexicano.
El Índice de Fuerza Relativa (RSI) favorece un impulso mayor al alza a corto plazo. La primera resistencia espera en el máximo de la semana, 20.70. Un salto por encima de este nivel llevaría al USD/MXN a la zona psicológica de 21.00. Más allá, el camino se allanaría para probar 21.29, techo de los últimos 35 meses probado el 3 de febrero.
A la baja, el primer soporte a quebrar está en 20.50, mínimo de la semana registrado ayer. Por debajo, el Dólar podría extender su descenso frente al Peso mexicano hacia la media móvil de 100 en 20.22, antes de caer a 20.13, mínimo de 2025 alcanzado el 24 de enero.
El Peso mexicano (MXN) es la moneda más comercializada entre sus pares latinoamericanas. Su valor está ampliamente determinado por el desempeño de la economía mexicana, la política del banco central del país, la cantidad de inversión extranjera en el país e incluso los niveles de remesas enviadas por los mexicanos que viven en el extranjero, particularmente en los Estados Unidos. Las tendencias geopolíticas también pueden afectar al MXN: por ejemplo, el proceso de nearshoring (o la decisión de algunas empresas de reubicar la capacidad de fabricación y las cadenas de suministro más cerca de sus países de origen) también se considera un catalizador para la moneda mexicana, ya que el país se considera un centro de fabricación clave en el continente americano. Otro catalizador para el MXN son los precios del petróleo, ya que México es un exportador clave de la materia prima.
El objetivo principal del banco central de México, también conocido como Banxico, es mantener la inflación en niveles bajos y estables (en o cerca de su objetivo del 3%, el punto medio de una banda de tolerancia de entre el 2% y el 4%). Para ello, el banco establece un nivel adecuado de tasas de interés. Cuando la inflación es demasiado alta, Banxico intentará controlarla subiendo las tasas de interés, lo que encarece el endeudamiento de los hogares y las empresas, enfriando así la demanda y la economía en general. Las tasas de interés más altas son generalmente positivas para el Peso mexicano (MXN), ya que conducen a mayores rendimientos, lo que hace que el país sea un lugar más atractivo para los inversores. Por el contrario, las tasas de interés más bajas tienden a debilitar el MXN.
La publicación de datos macroeconómicos es clave para evaluar el estado de la economía y puede tener un impacto en la valuación del peso mexicano (MXN). Una economía mexicana fuerte, basada en un alto crecimiento económico, un bajo desempleo y una alta confianza es buena para el MXN. No solo atrae más inversión extranjera, sino que puede alentar al Banco de México (Banxico) a aumentar las tasas de interés, en particular si esta fortaleza se acompaña de una inflación elevada. Sin embargo, si los datos económicos son débiles, es probable que el MXN se deprecie.
Como moneda de mercado emergente, el Peso mexicano (MXN) tiende a subir durante períodos de riesgo, o cuando los inversores perciben que los riesgos generales del mercado son bajos y, por lo tanto, están ansiosos por participar en inversiones que conllevan un mayor riesgo. Por el contrario, el MXN tiende a debilitarse en momentos de turbulencia del mercado o incertidumbre económica, ya que los inversores tienden a vender activos de mayor riesgo y huir a los refugios seguros más estables.