El EUR/USD avanza por encima de 1.0400 en la sesión europea del miércoles. El par de divisas principal gana mientras el Dólar estadounidense (USD) extiende su racha de pérdidas por tercer día de negociación.
El Índice del Dólar estadounidense (DXY), que rastrea el valor del Dólar frente a seis divisas principales, cae cerca de 107.50 a medida que pierde algo de prima de riesgo, con los inversores asumiendo que el alcance de una guerra comercial no será mayor.
Los participantes del mercado esperan que la guerra comercial sea principalmente entre Estados Unidos (EE.UU.) y China, ya que este último ha tomado represalias contra los aranceles del 10% imponiendo tarifas a varias exportaciones estadounidenses, incluidos equipos agrícolas, algunos automóviles y productos energéticos como el Carbón y el Gas Natural Licuado (GNL).
Con el resto del mundo, los inversores esperan que el presidente de EE.UU., Donald Trump, utilice los aranceles como una herramienta para tener una posición dominante en la negociación de acuerdos con socios comerciales. El aplazamiento de Trump de los aranceles del 25% sobre Canadá y México se debió a las expectativas de que los aranceles son más una maniobra política.
Mientras tanto, el próximo desencadenante para el Dólar estadounidense (USD) serán los datos de Nóminas No Agrícolas (NFP) de EE.UU. para enero, que se publicarán el viernes. Se espera que los datos oficiales de empleo influyan en la especulación sobre la orientación de la política monetaria de la Reserva Federal (Fed).
En la sesión del miércoles, los inversores se centrarán en los datos del cambio de empleo de ADP de EE.UU. y el índice de gerentes de compras (PMI) de servicios del ISM para enero.
El EUR/USD se recupera desde su mínimo de tres semanas de 1.0210 alcanzado el lunes. Sin embargo, el par aún está por debajo de la media móvil exponencial (EMA) de 50 días, que cotiza alrededor de 1.0440, lo que sugiere que la tendencia general sigue siendo bajista.
El Índice de Fuerza Relativa (RSI) de 14 días oscila en el rango de 40.00-60.00, lo que sugiere una tendencia lateral.
Mirando hacia abajo, el mínimo del 13 de enero de 1.0177 y el soporte de nivel redondo de 1.0100 actuarán como zonas de soporte importantes para el par. Por el contrario, la resistencia psicológica de 1.0500 será la barrera clave para los alcistas del Euro.
El Euro es la moneda de los 19 países de la Unión Europea que pertenecen a la eurozona. Es la segunda moneda más negociada del mundo, detrás del dólar estadounidense. En 2022, representó el 31 % de todas las transacciones de divisas, con un volumen de negocios diario promedio de más de 2,2 billones de dólares al día. El EUR/USD es el par de divisas más negociado del mundo, con un estimado del 30 % de todas las transacciones, seguido del EUR/JPY (4 %), el EUR/GBP (3 %) y el EUR/AUD (2 %).
El Banco Central Europeo (BCE), con sede en Frankfurt (Alemania), es el banco de reserva de la eurozona. El BCE establece los tipos de interés y gestiona la política monetaria. El mandato principal del BCE es mantener la estabilidad de precios, lo que significa controlar la inflación o estimular el crecimiento. Su principal herramienta es la subida o la bajada de los tipos de interés. Los tipos de interés relativamente altos (o la expectativa de tipos más altos) suelen beneficiar al euro y viceversa. El Consejo de Gobierno del BCE toma decisiones sobre política monetaria en reuniones que se celebran ocho veces al año. Las decisiones las toman los directores de los bancos nacionales de la Eurozona y seis miembros permanentes, entre ellos la presidenta del BCE, Christine Lagarde.
Los datos de inflación de la eurozona, medidos por el Índice Armonizado de Precios al Consumidor (IPCA), son un importante indicador econométrico para el euro. Si la inflación aumenta más de lo esperado, especialmente si supera el objetivo del 2% del BCE, obliga al BCE a subir los tipos de interés para volver a controlarla. Los tipos de interés relativamente altos en comparación con sus homólogos suelen beneficiar al euro, ya que hacen que la región sea más atractiva como lugar para que los inversores globales depositen su dinero.
Los datos publicados miden la salud de la economía y pueden tener un impacto en el euro. Indicadores como el PIB, los PMI de manufactura y servicios, el empleo y las encuestas de confianza del consumidor pueden influir en la dirección de la moneda única. Una economía fuerte es buena para el Euro. No sólo atrae más inversión extranjera, sino que puede alentar al BCE a subir los tipos de interés, lo que fortalecerá directamente al euro. De lo contrario, si los datos económicos son débiles, es probable que el Euro caiga. Los datos económicos de las cuatro mayores economías de la zona del euro (Alemania, Francia, Italia y España) son especialmente significativos, ya que representan el 75% de la economía de la zona del euro.
Otro dato importante que se publica sobre el Euro es la balanza comercial. Este indicador mide la diferencia entre lo que un país gana con sus exportaciones y lo que gasta en importaciones durante un período determinado. Si un país produce productos de exportación muy demandados, su moneda ganará valor simplemente por la demanda adicional creada por los compradores extranjeros que buscan comprar esos bienes. Por lo tanto, una balanza comercial neta positiva fortalece una moneda y viceversa en el caso de un saldo negativo