El Peso mexicano (MXN) recuperó algo de terreno después de debilitarse a un mínimo de casi tres años de 21.28 frente al Dólar estadounidense (USD) cuando el presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Donald Trump, y la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, acordaron pausar los aranceles por un mes mientras se comprometen a cooperar en seguridad y comercio. El USD/MXN cotiza a 20.53, con una caída del 0.99%.
Recientemente, la presidenta de México, Sheinbaum, dijo que ella y el presidente de EE.UU., Donald Trump, tuvieron algunas conversaciones, lo que resultó en una pausa de un mes en los aranceles. El ánimo del mercado cambió positivamente después de que la noticia se difundiera en la cuenta X de Sheinbaum, seguida por la declaración de Trump en su cuenta Truth.
Aunque el Peso mexicano tomó un respiro tras la noticia, seguiría a la deriva de la retórica de Trump.
Tras la noticia, el Índice del Dólar estadounidense (DXY), que mide el desempeño del Dólar frente a una cesta de seis divisas, recortó las ganancias anteriores de más del 1.27% y sube un 0.23% a 108.75. La caída del DXY impulsó al Peso mexicano, que ha alcanzado un máximo de dos días en 20.41.
En el frente de los datos, el Instituto de Gestión de Suministros (ISM) reveló que la actividad empresarial en Estados Unidos mejoró en enero, mientras que la presidenta de la Fed de Boston, Susan Collins, comentó que los aranceles "empujarían los precios a través de los niveles de producción", añadiendo que la Fed necesita hacer más para reducir la inflación.
La tendencia alcista del USD/MXN se mantiene, aunque el Peso borró sus pérdidas de más del 2% por la retórica de los aranceles de Trump. Desde alcanzar un máximo diario de 21.29, el par exótico cayó hacia 20.50, sin lograr superar la media móvil simple (SMA) de 50 días en 20.43.
Una ruptura de esta última expondrá la SMA de 100 días en 20.14, antes de desafiar la marca psicológica de 20.00. Por el contrario, si el USD/MXN supera el máximo anterior del año hasta la fecha (YTD) de 20.90, un movimiento hacia 21.00 está en las cartas.
El Peso mexicano (MXN) es la moneda más comercializada entre sus pares latinoamericanas. Su valor está ampliamente determinado por el desempeño de la economía mexicana, la política del banco central del país, la cantidad de inversión extranjera en el país e incluso los niveles de remesas enviadas por los mexicanos que viven en el extranjero, particularmente en los Estados Unidos. Las tendencias geopolíticas también pueden afectar al MXN: por ejemplo, el proceso de nearshoring (o la decisión de algunas empresas de reubicar la capacidad de fabricación y las cadenas de suministro más cerca de sus países de origen) también se considera un catalizador para la moneda mexicana, ya que el país se considera un centro de fabricación clave en el continente americano. Otro catalizador para el MXN son los precios del petróleo, ya que México es un exportador clave de la materia prima.
El objetivo principal del banco central de México, también conocido como Banxico, es mantener la inflación en niveles bajos y estables (en o cerca de su objetivo del 3%, el punto medio de una banda de tolerancia de entre el 2% y el 4%). Para ello, el banco establece un nivel adecuado de tasas de interés. Cuando la inflación es demasiado alta, Banxico intentará controlarla subiendo las tasas de interés, lo que encarece el endeudamiento de los hogares y las empresas, enfriando así la demanda y la economía en general. Las tasas de interés más altas son generalmente positivas para el Peso mexicano (MXN), ya que conducen a mayores rendimientos, lo que hace que el país sea un lugar más atractivo para los inversores. Por el contrario, las tasas de interés más bajas tienden a debilitar el MXN.
La publicación de datos macroeconómicos es clave para evaluar el estado de la economía y puede tener un impacto en la valuación del peso mexicano (MXN). Una economía mexicana fuerte, basada en un alto crecimiento económico, un bajo desempleo y una alta confianza es buena para el MXN. No solo atrae más inversión extranjera, sino que puede alentar al Banco de México (Banxico) a aumentar las tasas de interés, en particular si esta fortaleza se acompaña de una inflación elevada. Sin embargo, si los datos económicos son débiles, es probable que el MXN se deprecie.
Como moneda de mercado emergente, el Peso mexicano (MXN) tiende a subir durante períodos de riesgo, o cuando los inversores perciben que los riesgos generales del mercado son bajos y, por lo tanto, están ansiosos por participar en inversiones que conllevan un mayor riesgo. Por el contrario, el MXN tiende a debilitarse en momentos de turbulencia del mercado o incertidumbre económica, ya que los inversores tienden a vender activos de mayor riesgo y huir a los refugios seguros más estables.