El USD/MXN comienza la semana extendiendo sus ganancias por tercera sesión consecutiva, cotizando cerca de 21.20 durante las horas asiáticas del lunes. El par ha subido más del 2% tras la decisión del presidente de EE.UU., Donald Trump, de imponer aranceles del 25% a las importaciones mexicanas. Programados para entrar en vigor el martes, los aranceles apuntan a preocupaciones como la inmigración ilegal y el contrabando de fentanilo. En respuesta, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció el sábado aranceles de represalia que van del 5% al 20%.
El Índice del Dólar estadounidense (DXY), que mide el valor del Dólar estadounidense frente a seis monedas principales, sube por quinto día consecutivo y cotiza por encima de 109.50 al momento de escribir. El PMI manufacturero del ISM para enero será observado más tarde el lunes.
Mientras tanto, los datos de inflación de EE.UU. reforzaron la postura de línea dura de la Reserva Federal (Fed) sobre las perspectivas de la política monetaria. El Índice de Precios del Gasto en Consumo Personal (PCE), la medida de inflación preferida de la Fed, subió un 0.3% intermensual en diciembre, frente al 0.1% de noviembre. En términos anuales, la inflación del PCE se aceleró al 2.6% desde el 2.4% anterior, mientras que el PCE subyacente, que excluye alimentos y energía, se mantuvo estable en el 2.8% interanual por tercer mes consecutivo.
Los aranceles de EE.UU. junto con la desaceleración económica refuerzan las expectativas en torno al Banco de México (Banxico) para realizar un recorte de tasas mayor el jueves. Sin embargo, se esperaba que el banco central redujera las tasas en al menos 25 puntos básicos (pbs), bajándolas del 10% al 9.75%, aunque los analistas de Capital Economics sugieren que un recorte de 50 pbs sigue siendo una posibilidad.
El Peso mexicano (MXN) es la moneda más comercializada entre sus pares latinoamericanas. Su valor está ampliamente determinado por el desempeño de la economía mexicana, la política del banco central del país, la cantidad de inversión extranjera en el país e incluso los niveles de remesas enviadas por los mexicanos que viven en el extranjero, particularmente en los Estados Unidos. Las tendencias geopolíticas también pueden afectar al MXN: por ejemplo, el proceso de nearshoring (o la decisión de algunas empresas de reubicar la capacidad de fabricación y las cadenas de suministro más cerca de sus países de origen) también se considera un catalizador para la moneda mexicana, ya que el país se considera un centro de fabricación clave en el continente americano. Otro catalizador para el MXN son los precios del petróleo, ya que México es un exportador clave de la materia prima.
El objetivo principal del banco central de México, también conocido como Banxico, es mantener la inflación en niveles bajos y estables (en o cerca de su objetivo del 3%, el punto medio de una banda de tolerancia de entre el 2% y el 4%). Para ello, el banco establece un nivel adecuado de tasas de interés. Cuando la inflación es demasiado alta, Banxico intentará controlarla subiendo las tasas de interés, lo que encarece el endeudamiento de los hogares y las empresas, enfriando así la demanda y la economía en general. Las tasas de interés más altas son generalmente positivas para el Peso mexicano (MXN), ya que conducen a mayores rendimientos, lo que hace que el país sea un lugar más atractivo para los inversores. Por el contrario, las tasas de interés más bajas tienden a debilitar el MXN.
La publicación de datos macroeconómicos es clave para evaluar el estado de la economía y puede tener un impacto en la valuación del peso mexicano (MXN). Una economía mexicana fuerte, basada en un alto crecimiento económico, un bajo desempleo y una alta confianza es buena para el MXN. No solo atrae más inversión extranjera, sino que puede alentar al Banco de México (Banxico) a aumentar las tasas de interés, en particular si esta fortaleza se acompaña de una inflación elevada. Sin embargo, si los datos económicos son débiles, es probable que el MXN se deprecie.
Como moneda de mercado emergente, el Peso mexicano (MXN) tiende a subir durante períodos de riesgo, o cuando los inversores perciben que los riesgos generales del mercado son bajos y, por lo tanto, están ansiosos por participar en inversiones que conllevan un mayor riesgo. Por el contrario, el MXN tiende a debilitarse en momentos de turbulencia del mercado o incertidumbre económica, ya que los inversores tienden a vender activos de mayor riesgo y huir a los refugios seguros más estables.