El GBP/USD continúa su descenso por quinta sesión consecutiva, rondando 1.2270 durante las horas de negociación asiáticas del lunes. El par se ha debilitado alrededor de un 1% mientras el Índice del Dólar (DXY), que mide el Dólar estadounidense (USD) frente a seis pares principales, gana fuerza tras los aranceles del presidente de EE.UU. Donald Trump contra China, Canadá y México
El sábado, EE.UU. informó que impondría aranceles del 25% a los productos canadienses y mexicanos, mientras que las exportaciones chinas enfrentarían un arancel del 10%. Además, las exportaciones de energía canadienses estarán sujetas a un arancel del 10%, según CTV. Estos aranceles entrarán en vigor el martes y permanecerán hasta que la crisis de sobredosis de fentanilo esté "resuelta". En respuesta, Canadá, México y China han prometido medidas de represalia contra las nuevas restricciones comerciales.
Mientras tanto, los datos de inflación de EE.UU. reforzaron la postura de línea dura de la Reserva Federal (Fed) sobre las perspectivas de la política monetaria. El Índice de Precios del Gasto en Consumo Personal (PCE), el indicador de inflación preferido de la Fed, subió un 0.3% intermensual en diciembre, frente al 0.1% de noviembre. En términos anuales, la inflación del PCE se aceleró al 2.6% desde el 2.4% anterior, mientras que el PCE subyacente, que excluye alimentos y energía, se mantuvo estable en el 2.8% interanual por tercer mes consecutivo.
La libra esterlina (GBP) enfrenta riesgos adicionales a la baja, ya que los operadores anticipan que el Banco de Inglaterra (BoE) reiniciará su ciclo de flexibilización de políticas, probablemente recortando las tasas de interés en 25 puntos básicos (bps) al 4.5% en febrero. Los inversores están observando de cerca la decisión de política monetaria del BoE el próximo jueves, con expectativas de que los responsables de políticas puedan adoptar una postura moderada, dados los recientes signos de desaceleración de la inflación, a pesar de la continua aceleración del crecimiento salarial.
La Libra esterlina (GBP) es la moneda más antigua del mundo (886 d. C.) y la moneda oficial del Reino Unido. Es la cuarta unidad de cambio de divisas (FX) más comercializada en el mundo, representando el 12% de todas las transacciones, con un promedio de 630 mil millones de $ al día, según datos de 2022. Sus pares comerciales clave son GBP/USD, que representa el 11% de FX, GBP/JPY (3%) y EUR/GBP (2%). La Libra esterlina es emitida por el Banco de Inglaterra (BoE).
El factor más importante que influye en el valor de la Libra esterlina es la política monetaria decidida por el Banco de Inglaterra. El Banco de Inglaterra basa sus decisiones en si ha logrado su objetivo principal de "estabilidad de precios": una tasa de inflación constante de alrededor del 2%. Su principal herramienta para lograrlo es el ajuste de los tipos de interés. Cuando la inflación es demasiado alta, el Banco de Inglaterra intentará controlarla subiendo los tipos de interés, lo que encarece el acceso al crédito para las personas y las empresas. Esto es generalmente positivo para la libra esterlina, ya que los tipos de interés más altos hacen del Reino Unido un lugar más atractivo para que los inversores globales inviertan su dinero. Cuando la inflación cae demasiado es una señal de que el crecimiento económico se está desacelerando. En este escenario, el Banco de Inglaterra considerará bajar los tipos de interés para abaratar el crédito, de modo que las empresas se endeudarán más para invertir en proyectos que generen crecimiento.
Los datos publicados miden la salud de la economía y pueden afectar el valor de la libra esterlina. Indicadores como el PIB, los PMI de manufactura y servicios y el empleo pueden influir en la dirección de la Libra esterlina.
Otro dato importante que se publica y afecta a la Libra esterlina es la balanza comercial. Este indicador mide la diferencia entre lo que un país gana con sus exportaciones y lo que gasta en importaciones durante un período determinado. Si un país produce productos de exportación muy demandados, su moneda se beneficiará exclusivamente de la demanda adicional creada por los compradores extranjeros que buscan comprar esos bienes. Por lo tanto, una balanza comercial neta positiva fortalece una moneda y viceversa en el caso de un saldo negativo