El AUD/JPY gana terreno por segundo día consecutivo, cotizando alrededor de 97.60 durante las horas europeas del martes. El alza del cruce AUD/JPY se atribuye a la mejora del Dólar australiano (AUD) en medio de los fuertes precios de las materias primas.
El índice S&P/ASX 200 también aumentó un 0,48% hasta alrededor de 8.230 el martes, rompiendo una racha de tres días de pérdidas. Las acciones de minería y energía lideraron la recuperación, mientras que las acciones australianas siguieron las ganancias nocturnas en Wall Street, donde los inversores cambiaron su enfoque de las acciones tecnológicas de megacapitalización a otros sectores.
Además, el cruce AUD/JPY se aprecia ya que el AUD, sensible al riesgo, recibe soporte del sentimiento de riesgo tras los informes sobre el equipo económico del presidente electo de EE.UU., Donald Trump, considerando un aumento gradual de los aranceles de importación, lo que impulsó la confianza de los inversores.
Según Bloomberg, la administración entrante de Trump está evaluando un enfoque gradual para implementar aranceles, con el objetivo de evitar un fuerte aumento de la inflación mientras se gestionan los ajustes de la política comercial.
Además, el Yen japonés (JPY) enfrenta presión en medio de la incertidumbre sobre el momento de la próxima subida de tasas del Banco de Japón (BoJ). Los participantes del mercado especulan que el BoJ podría retrasar la subida de tasas hasta abril, esperando la confirmación de un crecimiento salarial sostenido durante las negociaciones de primavera.
El subgobernador del Banco de Japón, Ryozo Himino, declaró el martes que no vincularía directamente el discurso de investidura del presidente Trump con la decisión del BoJ sobre si subir las tasas en enero. Himino enfatizó que cuando llegue el momento adecuado, el BoJ debe ajustar su política sin demora.
Con respecto al discurso de Trump, Himino expresó la intención de analizar de cerca el calendario y el equilibrio de las medidas políticas de la nueva administración de EE.UU. y ver si surgiría alguna información nueva no comunicada previamente.
En el mundo de la jerga financiera, los dos términos "apetito por el riesgo (risk-on)" y "aversión al riesgo (risk-off)" hacen referencia al nivel de riesgo que los inversores están dispuestos a soportar durante el periodo de referencia. En un mercado "risk-on", los inversores son optimistas sobre el futuro y están más dispuestos a comprar activos de riesgo. En un mercado "risk-off", los inversores empiezan a "ir a lo seguro" porque están preocupados por el futuro y, por tanto, compran activos menos arriesgados que tienen más certeza de aportar una rentabilidad, aunque sea relativamente modesta.
Normalmente, durante los periodos de "apetito por el riesgo", los mercados bursátiles suben, y la mayoría de las materias primas -excepto el oro- también se revalorizan, ya que se benefician de unas perspectivas de crecimiento positivas. Las divisas de los países que son grandes exportadores de materias primas se fortalecen debido al aumento de la demanda, y las criptomonedas suben. En un mercado de "aversión al riesgo", los Bonos suben -especialmente los principales bonos del Estado-, el Oro brilla y las divisas refugio como el Yen japonés, el Franco suizo y el Dólar estadounidense se benefician.
El Dólar australiano (AUD), el Dólar canadiense (CAD), el Dólar neozelandés (NZD) y las divisas de menor importancia, como el Rublo (RUB) y el Rand sudafricano (ZAR), tienden a subir en los mercados en los que hay "apetito por el riesgo". Esto se debe a que las economías de estas divisas dependen en gran medida de las exportaciones de materias primas para su crecimiento, y éstas tienden a subir de precio durante los periodos de "apetito por el riesgo". Esto se debe a que los inversores prevén una mayor demanda de materias primas en el futuro debido al aumento de la actividad económica.
Las divisas principales que tienden a subir durante los periodos de "aversión al riesgo" son el Dólar estadounidense (USD), el Yen japonés (JPY) y el Franco suizo (CHF). El Dólar, porque es la moneda de reserva mundial y porque en tiempos de crisis los inversores compran deuda pública estadounidense, que se considera segura porque es poco probable que la mayor economía del mundo entre en suspensión de pagos. El Yen, por el aumento de la demanda de bonos del Estado japoneses, ya que una gran proporción está en manos de inversores nacionales que probablemente no se deshagan de ellos, ni siquiera en una crisis. El Franco suizo, porque la estricta legislación bancaria suiza ofrece a los inversores una mayor protección del capital.