El Yen japonés (JPY) languidece cerca de un mínimo de seis meses frente a su contraparte estadounidense y parece vulnerable a prolongar una tendencia bajista de un mes en medio de la incertidumbre sobre el momento de la próxima subida de tasas por parte del Banco de Japón (BoJ). A esto se suma el reciente ensanchamiento del diferencial de rendimiento entre EE.UU. y Japón, impulsado por la reducción de las expectativas de nuevos recortes de tasas por parte de la Reserva Federal (Fed), lo que valida la perspectiva negativa a corto plazo para el JPY de menor rendimiento. Dicho esto, una combinación de factores podría frenar a los bajistas del JPY de abrir nuevas posiciones.
El ministro de Finanzas de Japón, Katsunobu Kato, intervino con algunas declaraciones el martes. Esto, junto con las preocupaciones sobre los planes arancelarios del presidente electo de EE.UU., Donald Trump, los riesgos geopolíticos y el estado de cautela del mercado, podría ofrecer cierto soporte al JPY de refugio seguro. Los inversores también podrían preferir esperar a la publicación de las actas de la reunión del FOMC. Mientras tanto, la perspectiva de línea dura de la Fed sigue apoyando el tono alcista subyacente del Dólar estadounidense (USD), lo que ayuda al par USD/JPY a mantenerse por encima del nivel de 158.00.
Desde una perspectiva técnica, la aceptación por encima de la cifra redonda de 158.00, junto con osciladores positivos en el gráfico diario, favorecen a los alcistas para nuevas ganancias. Por lo tanto, una fuerza subsiguiente hacia el nivel de 159.00, en ruta hacia el obstáculo intermedio de 159.45 y la marca psicológica de 160.00, parece una posibilidad distinta.
Por el lado negativo, el área de 157.60 ahora parece proteger la caída inmediata antes de la zona de 157.35-157.30 y el nivel de 157.00. Este último debería actuar como un punto fundamental, por debajo del cual el par USD/JPY podría deslizarse hacia el soporte intermedio de 156.25 en ruta hacia el nivel de 156.00. Algunas ventas de seguimiento podrían negar el sesgo positivo y allanar el camino para una corrección más profunda.
El Yen japonés (JPY) es una de las divisas más negociadas del mundo. Su valor viene determinado en líneas generales por la marcha de la economía japonesa, pero más concretamente por la política del Banco de Japón, el diferencial entre los rendimientos de los bonos japoneses y estadounidenses o el sentimiento de riesgo entre los operadores, entre otros factores.
Uno de los mandatos del Banco de Japón es el control de divisas, por lo que sus movimientos son clave para el Yen. El BoJ ha intervenido directamente en los mercados de divisas en ocasiones, generalmente para bajar el valor del Yen, aunque se abstiene de hacerlo a menudo debido a las preocupaciones políticas de sus principales socios comerciales. La actual política monetaria ultralaxa del BoJ, basada en estímulos masivos a la economía, ha provocado la depreciación del Yen frente a sus principales pares monetarios. Este proceso se ha exacerbado más recientemente debido a una creciente divergencia de políticas entre el Banco de Japón y otros bancos centrales principales, que han optado por aumentar bruscamente los tipos de interés para luchar contra niveles de inflación de décadas.
La postura del Banco de Japón de mantener una política monetaria ultralaxa ha provocado un aumento de la divergencia política con otros bancos centrales, en particular con la Reserva Federal estadounidense. Esto favorece la ampliación del diferencial entre los bonos estadounidenses y japoneses a 10 años, lo que favorece al Dólar frente al Yen.
El Yen japonés suele considerarse una inversión de refugio seguro. Esto significa que en tiempos de tensión en los mercados, los inversores son más propensos a poner su dinero en la moneda japonesa debido a su supuesta fiabilidad y estabilidad. En épocas turbulentas, es probable que el Yen se revalorice frente a otras divisas en las que se considera más arriesgado invertir.