El USD/MXN ha reaccionado a la baja tras el anuncio de Banxico, que ha reducido sus tasas de interés un 0.25% hasta el 10.00%, tal como se esperaba, y ha retrasado la consecución de la meta de inflación al segundo trimestre de 2026. El Dólar estadounidense ha caído frente al Peso mexicano a 20.30, nuevo mínimo del día. Previamente, el USD/MXN había alcanzado un máximo de 17 días en 20.50. Al momento de escribir, el cruce cotiza sobre 20.33, revirtiendo las ganancias de gran parte de la jornada y perdiendo un 0.25% diario.
En su declaración de política monetaria, el banco central de México ha previsto que la inflación general converja a la meta en el tercer trimestre de 2026 después que en la declaración de noviembre se proyectara llegar a este objetivo en el cuarto trimestre de 2025. A pesar de esto, Banxico apunta que en adelante es adecuado continuar con el ciclo de recortes, pudiéndose realizar ajustes de tasas de mayor magnitud en algunas reuniones.
A partir de mañana 20 de diciembre, las tasas de interés se han rebajado al 10% desde el 10.25% anterior, llegando a su nivel más bajo desde noviembre de 2022 y cumpliendo las expectativas del mercado.
El retraso en la consecución del objetivo de inflación en dos trimestres por parte de Banxico, ha impulsado al Peso mexicano frente al Dólar estadounidense. Tras este retroceso en el USD/MXN, el Índice de Fuerza Relativa (RSI) de 14 apunta a la baja en el gráfico de una hora, ya que ha caído por debajo de 50, pero mantiene el impulso al alza en el gráfico diario, donde se mantiene por encima de esete nivel.
A corto plazo, el USD/MXN puede encontrar soporte inicial en 20.20, media móvil de 100 perídos en el gráfico de una hora, y en 20.07, mínimo de diciembre alcanzado ayer. Por debajo espera la zona psicológica de 20.00. Un quiebre de esta región apuntaría a 19.76, mínimo de noviembre.
Al alza, la resistencia más importante se ubica en 20.60, máximo de diciembre probado el día 2. Más arriba, el foco estará en 20.83, techo del año 2024 alcanzado el 26 de noviembre.
El Peso mexicano (MXN) es la moneda más comercializada entre sus pares latinoamericanas. Su valor está ampliamente determinado por el desempeño de la economía mexicana, la política del banco central del país, la cantidad de inversión extranjera en el país e incluso los niveles de remesas enviadas por los mexicanos que viven en el extranjero, particularmente en los Estados Unidos. Las tendencias geopolíticas también pueden afectar al MXN: por ejemplo, el proceso de nearshoring (o la decisión de algunas empresas de reubicar la capacidad de fabricación y las cadenas de suministro más cerca de sus países de origen) también se considera un catalizador para la moneda mexicana, ya que el país se considera un centro de fabricación clave en el continente americano. Otro catalizador para el MXN son los precios del petróleo, ya que México es un exportador clave de la materia prima.
El objetivo principal del banco central de México, también conocido como Banxico, es mantener la inflación en niveles bajos y estables (en o cerca de su objetivo del 3%, el punto medio de una banda de tolerancia de entre el 2% y el 4%). Para ello, el banco establece un nivel adecuado de tasas de interés. Cuando la inflación es demasiado alta, Banxico intentará controlarla subiendo las tasas de interés, lo que encarece el endeudamiento de los hogares y las empresas, enfriando así la demanda y la economía en general. Las tasas de interés más altas son generalmente positivas para el Peso mexicano (MXN), ya que conducen a mayores rendimientos, lo que hace que el país sea un lugar más atractivo para los inversores. Por el contrario, las tasas de interés más bajas tienden a debilitar el MXN.
La publicación de datos macroeconómicos es clave para evaluar el estado de la economía y puede tener un impacto en la valuación del peso mexicano (MXN). Una economía mexicana fuerte, basada en un alto crecimiento económico, un bajo desempleo y una alta confianza es buena para el MXN. No solo atrae más inversión extranjera, sino que puede alentar al Banco de México (Banxico) a aumentar las tasas de interés, en particular si esta fortaleza se acompaña de una inflación elevada. Sin embargo, si los datos económicos son débiles, es probable que el MXN se deprecie.
Como moneda de mercado emergente, el Peso mexicano (MXN) tiende a subir durante períodos de riesgo, o cuando los inversores perciben que los riesgos generales del mercado son bajos y, por lo tanto, están ansiosos por participar en inversiones que conllevan un mayor riesgo. Por el contrario, el MXN tiende a debilitarse en momentos de turbulencia del mercado o incertidumbre económica, ya que los inversores tienden a vender activos de mayor riesgo y huir a los refugios seguros más estables.