El Euro ha cedido las ganancias anteriores y está prácticamente sin cambios en el gráfico diario, ya que los oradores del BCE, Lane y Wunsch, han insinuado más recortes de tasas por parte del Banco Central Europeo.
El Economista Jefe del BCE, Philip Lane, se negó a comprometerse con una trayectoria de tasas en particular, pero se mostró confiado en que la inflación está en camino, mientras que las condiciones de financiamiento siguen siendo restrictivas.
En un lenguaje más directo, el miembro del comité del BCE, Pierre Wunsch, ha señalado cuatro recortes más de tasas de interés hasta una tasa terminal de alrededor del 2%.
Estos comentarios confirman la visión del mercado de que el Banco Central Europeo recortará las tasas de interés de manera más agresiva que el Banco de Inglaterra. Las débiles perspectivas económicas en la región y el incierto escenario político en Alemania y Francia están presionando al BCE para reducir los costos de los préstamos y estimular el crecimiento económico.
En el Reino Unido, por otro lado, la economía muestra una perspectiva más alentadora. El empleo creció más allá de las expectativas con los salarios aumentando en los tres meses hasta octubre. La inflación repuntó en noviembre, aunque la aceleración del IPC subyacente no cumplió con las expectativas.
En este contexto, se espera que el BoE mantenga su tasa bancaria en el nivel actual de 4.75% el jueves. El mercado espera entre dos y tres recortes de tasas el próximo año, un ritmo más lento de relajación monetaria que probablemente favorezca a la Libra frente a la Moneda Común.
Los bancos centrales tienen un mandato clave que consiste en garantizar la estabilidad de los precios en un país o región. Las economías se enfrentan constantemente a la inflación o la deflación cuando los precios de determinados bienes y servicios fluctúan. Una subida constante de los precios de los mismos bienes significa inflación, una bajada constante de los precios de los mismos bienes significa deflación. Es tarea del banco central mantener la demanda en línea ajustando su tasa de interés. Para los bancos centrales más grandes, como la Reserva Federal de EE.UU. (Fed), el Banco Central Europeo (BCE) o el Banco de Inglaterra (BoE), el mandato es mantener la inflación cerca del 2%.
Un banco central dispone de una herramienta importante para subir o bajar la inflación: modificar su tipo de interés de referencia. En momentos precomunicados, el banco central emitirá un comunicado con su tasa de interés de referencia y dará razones adicionales de por qué la mantiene o la modifica (la recorta o la sube). Los bancos locales ajustarán sus tasas de ahorro y préstamo en consecuencia, lo que a su vez dificultará o facilitará que los ciudadanos obtengan ganancias de sus ahorros o que las compañías pidan préstamos e inviertan en sus negocios. Cuando el banco central sube sustancialmente las tasas de interés, se habla de endurecimiento monetario. Cuando reduce su tasa de referencia, se denomina relajación monetaria.
Un banco central suele ser políticamente independiente. Los miembros del consejo de política del banco central pasan por una serie de paneles y audiencias antes de ser nombrados para un puesto en el consejo de política. Cada miembro de ese consejo suele tener una convicción determinada sobre cómo debe controlar el banco central la inflación y la consiguiente política monetaria. Los miembros que desean una política monetaria muy flexible, con tipos bajos y préstamos baratos, para impulsar sustancialmente la economía, al tiempo que se conforman con una inflación ligeramente superior al 2%, se denominan "palomas". Los miembros que prefieren tipos más altos para recompensar el ahorro y quieren controlar la inflación en todo momento se denominan "halcones" y no descansarán hasta que la inflación se sitúe en el 2% o justo por debajo.
Normalmente, hay un presidente que dirige cada reunión, tiene que crear un consenso entre los halcones o las palomas y tiene la última palabra cuando hay que dividir los votos para evitar un empate a 50 sobre si debe ajustarse la política actual. El presidente pronunciará discursos, que a menudo pueden seguirse en directo, en los que comunicará la postura y las perspectivas monetarias actuales. Un banco central intentará impulsar su política monetaria sin provocar violentas oscilaciones de las tasas, las acciones o su divisa. Todos los miembros del banco central canalizarán su postura hacia los mercados antes de una reunión de política monetaria. Unos días antes de que se celebre una reunión de política monetaria y hasta que se haya comunicado la nueva política, los miembros tienen prohibido hablar públicamente. Es lo que se denomina periodo de silencio.