El Yen japonés (JPY) se debilita ligeramente frente a su contraparte estadounidense durante la sesión asiática del jueves y erosiona parte de las recientes fuertes ganancias hasta un máximo de cinco semanas alcanzado el día anterior. En ausencia de un nuevo catalizador fundamental, es más probable que la caída intradía del JPY se mantenga limitada en medio de la especulación de que el Banco de Japón (BoJ) podría subir las tasas de interés nuevamente en diciembre. Además, las amenazas arancelarias del presidente electo de EE.UU., Donald Trump, y los riesgos geopolíticos podrían apuntalar al JPY como refugio seguro.
Mientras tanto, los operadores han estado reduciendo las llamadas "operaciones Trump" tras la nominación de Scott Bessent como Secretario del Tesoro de EE.UU. Mientras tanto, los datos macroeconómicos de EE.UU. del miércoles hicieron poco para moderar las expectativas del mercado de que la Reserva Federal (Fed) reducirá los costos de endeudamiento en 25 puntos básicos en diciembre. Esto llevó a una mayor caída en los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE.UU., lo que arrastró al Dólar estadounidense (USD) a un mínimo de dos semanas y podría beneficiar al JPY de menor rendimiento antes de los datos de inflación de Tokio el viernes.
La ruptura del día anterior por debajo de la muy importante Media Móvil Simple (SMA) de 200 días podría verse como un desencadenante clave para los operadores bajistas. Además, los osciladores en el gráfico diario han comenzado a ganar tracción negativa y apoyan las perspectivas de una mayor depreciación del USD/JPY. Dicho esto, una modesta recuperación desde la proximidad del nivel de retroceso de Fibonacci del 38.2% del rally de septiembre-noviembre justifica cierta cautela. Cualquier movimiento adicional al alza, sin embargo, es más probable que se mantenga limitado cerca de la marca de 152.00 (SMA de 200 días), por encima de la cual los precios al contado podrían subir al área de 152.60, en ruta hacia la marca de 153.00 y la barrera horizontal de 153.30.
Por el lado negativo, el mínimo de la noche, alrededor del área de 150.45, seguido de cerca por la región de 150.20-150.15 (nivel de Fibo del 38.2%) y la marca psicológica de 150.00 ahora parecen actuar como niveles de soporte inmediatos. Una ruptura convincente por debajo de este último tiene el potencial de arrastrar al par USD/JPY al soporte intermedio de 149.40-149.35 en ruta hacia la cifra redonda de 149.00 y el nivel de retroceso del 50%, alrededor de la zona de 148.25-148.20.
El Yen japonés (JPY) es una de las divisas más negociadas del mundo. Su valor viene determinado en líneas generales por la marcha de la economía japonesa, pero más concretamente por la política del Banco de Japón, el diferencial entre los rendimientos de los bonos japoneses y estadounidenses o el sentimiento de riesgo entre los operadores, entre otros factores.
Uno de los mandatos del Banco de Japón es el control de divisas, por lo que sus movimientos son clave para el Yen. El BoJ ha intervenido directamente en los mercados de divisas en ocasiones, generalmente para bajar el valor del Yen, aunque se abstiene de hacerlo a menudo debido a las preocupaciones políticas de sus principales socios comerciales. La actual política monetaria ultralaxa del BoJ, basada en estímulos masivos a la economía, ha provocado la depreciación del Yen frente a sus principales pares monetarios. Este proceso se ha exacerbado más recientemente debido a una creciente divergencia de políticas entre el Banco de Japón y otros bancos centrales principales, que han optado por aumentar bruscamente los tipos de interés para luchar contra niveles de inflación de décadas.
La postura del Banco de Japón de mantener una política monetaria ultralaxa ha provocado un aumento de la divergencia política con otros bancos centrales, en particular con la Reserva Federal estadounidense. Esto favorece la ampliación del diferencial entre los bonos estadounidenses y japoneses a 10 años, lo que favorece al Dólar frente al Yen.
El Yen japonés suele considerarse una inversión de refugio seguro. Esto significa que en tiempos de tensión en los mercados, los inversores son más propensos a poner su dinero en la moneda japonesa debido a su supuesta fiabilidad y estabilidad. En épocas turbulentas, es probable que el Yen se revalorice frente a otras divisas en las que se considera más arriesgado invertir.