El GBP/USD se movió justo por debajo de 1.2600 el martes, marcando un territorio familiar mientras la Libra esterlina lucha por encontrar una dirección intradía frente al Dólar estadounidense. Un calendario limitado de datos a ambos lados del Atlántico mantuvo a los operadores del Cable en su lugar, pero los datos de inflación de EE.UU. que se avecinan podrían desatar una nueva ronda de volatilidad antes del feriado de Acción de Gracias en EE.UU. programado para el jueves.
Una serie de cifras de actividad financiera del Reino Unido están programadas para ser publicadas el viernes, pero las cifras son en su mayoría de bajo nivel y tendrán un impacto limitado. Algunos operadores particularmente estudiosos de la Libra esterlina estarán atentos al último Informe de Estabilidad Financiera del Banco de Inglaterra, también programado para el viernes, pero es probable que el movimiento del mercado sea limitado por la publicación.
El miércoles traerá otra actualización del índice de precios del gasto en consumo personal (PCEPI) de EE.UU., una lectura clave de los aumentos de precios que sustentan la economía estadounidense. El miércoles también trae una actualización trimestral del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de EE.UU. Se espera que la inflación subyacente anualizada del PCEPI se acelere nuevamente en octubre y se pronostica que aumente al 2.8% desde el 2.7% anterior. Se espera que el crecimiento trimestral del PIB de EE.UU. en el tercer trimestre se mantenga estable en 2.8%.
El GBP/USD sigue cojeando en el lado sur de la zona de 1.2600, moviéndose al norte de 1.2500 mientras el par encuentra algo de respiro después de otra caída desde el accidentado plateau de principios de noviembre justo por debajo de 1.3000. El Cable alcanzó un mínimo de seis meses de 1.2487 a finales de la semana pasada, marcando una caída del 7% de arriba a abajo desde los picos de septiembre en 1.3434.
A corto plazo, los alcistas de la Libra que esperan el fin del actual repunte del Dólar buscarán que las ofertas intradía regresen a la media móvil exponencial (EMA) de 200 días cerca de 1.2840, mientras que las posiciones cortas a largo plazo buscarán una oportunidad para recuperar el impulso y arrastrar el Cable de vuelta a los mínimos de 2024 en la zona de 1.2300.
La Libra esterlina (GBP) es la moneda más antigua del mundo (886 d. C.) y la moneda oficial del Reino Unido. Es la cuarta unidad de cambio de divisas (FX) más comercializada en el mundo, representando el 12% de todas las transacciones, con un promedio de 630 mil millones de $ al día, según datos de 2022. Sus pares comerciales clave son GBP/USD, que representa el 11% de FX, GBP/JPY (3%) y EUR/GBP (2%). La Libra esterlina es emitida por el Banco de Inglaterra (BoE).
El factor más importante que influye en el valor de la Libra esterlina es la política monetaria decidida por el Banco de Inglaterra. El Banco de Inglaterra basa sus decisiones en si ha logrado su objetivo principal de "estabilidad de precios": una tasa de inflación constante de alrededor del 2%. Su principal herramienta para lograrlo es el ajuste de los tipos de interés. Cuando la inflación es demasiado alta, el Banco de Inglaterra intentará controlarla subiendo los tipos de interés, lo que encarece el acceso al crédito para las personas y las empresas. Esto es generalmente positivo para la libra esterlina, ya que los tipos de interés más altos hacen del Reino Unido un lugar más atractivo para que los inversores globales inviertan su dinero. Cuando la inflación cae demasiado es una señal de que el crecimiento económico se está desacelerando. En este escenario, el Banco de Inglaterra considerará bajar los tipos de interés para abaratar el crédito, de modo que las empresas se endeudarán más para invertir en proyectos que generen crecimiento.
Los datos publicados miden la salud de la economía y pueden afectar el valor de la libra esterlina. Indicadores como el PIB, los PMI de manufactura y servicios y el empleo pueden influir en la dirección de la Libra esterlina.
Otro dato importante que se publica y afecta a la Libra esterlina es la balanza comercial. Este indicador mide la diferencia entre lo que un país gana con sus exportaciones y lo que gasta en importaciones durante un período determinado. Si un país produce productos de exportación muy demandados, su moneda se beneficiará exclusivamente de la demanda adicional creada por los compradores extranjeros que buscan comprar esos bienes. Por lo tanto, una balanza comercial neta positiva fortalece una moneda y viceversa en el caso de un saldo negativo