El EUR/USD detiene su racha de cuatro días de ganancias, cotizando alrededor de 1.0870 durante la sesión asiática del viernes. Esta caída se atribuye a la mejora del Dólar estadounidense (USD) debido a la cautela continua del mercado en medio de la incertidumbre antes de las próximas elecciones presidenciales de EE.UU.
El jueves, el Dólar estadounidense encontró dificultades ya que el Índice de Precios del Gasto en Consumo Personal (PCE) de EE.UU. indicó que la inflación subyacente aumentó un 2.7% interanual en septiembre. El índice de precios PCE subyacente mensual subió un 0.3%, en línea con el consenso. Sin embargo, las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo cayeron a un mínimo de cinco meses de 216.000 para la semana que terminó el 25 de octubre, señalando un mercado laboral resistente y reduciendo las expectativas de recortes de tasas inminentes por parte de la Reserva Federal (Fed).
Los operadores están esperando el informe de Nóminas no Agrícolas (NFP) que se publicará el viernes. Se proyecta que la economía de EE.UU. haya añadido 113.000 empleos en octubre, con la tasa de desempleo esperada sin cambios en el 4.1%.
La tasa de inflación anual en la Eurozona aumentó al 2.0% en octubre, frente al 1.7% anterior y superando las previsiones del 1.9%. La tasa de inflación subyacente se mantuvo estable en el 2.7% interanual. Este aumento de la inflación está respaldado por un crecimiento económico más fuerte de lo anticipado, con la economía de la Eurozona expandiéndose un 0.4% trimestral en el tercer trimestre, el doble del crecimiento visto en el segundo trimestre y superando las predicciones del 0.2%.
Este inesperado aumento en los datos de inflación ha reforzado las expectativas de que el Banco Central Europeo (BCE) mantendrá un enfoque cauteloso respecto a los recortes de tasas, evitando reducciones significativas.
El BCE ha destacado que las presiones inflacionarias siguen siendo elevadas, principalmente debido al crecimiento salarial. En su reciente reunión de octubre, el BCE reafirmó su compromiso con una estrategia "dependiente de los datos y reunión por reunión" para futuras decisiones de política.
El Euro es la moneda de los 19 países de la Unión Europea que pertenecen a la eurozona. Es la segunda moneda más negociada del mundo, detrás del dólar estadounidense. En 2022, representó el 31 % de todas las transacciones de divisas, con un volumen de negocios diario promedio de más de 2,2 billones de dólares al día. El EUR/USD es el par de divisas más negociado del mundo, con un estimado del 30 % de todas las transacciones, seguido del EUR/JPY (4 %), el EUR/GBP (3 %) y el EUR/AUD (2 %).
El Banco Central Europeo (BCE), con sede en Frankfurt (Alemania), es el banco de reserva de la eurozona. El BCE establece los tipos de interés y gestiona la política monetaria. El mandato principal del BCE es mantener la estabilidad de precios, lo que significa controlar la inflación o estimular el crecimiento. Su principal herramienta es la subida o la bajada de los tipos de interés. Los tipos de interés relativamente altos (o la expectativa de tipos más altos) suelen beneficiar al euro y viceversa. El Consejo de Gobierno del BCE toma decisiones sobre política monetaria en reuniones que se celebran ocho veces al año. Las decisiones las toman los directores de los bancos nacionales de la Eurozona y seis miembros permanentes, entre ellos la presidenta del BCE, Christine Lagarde.
Los datos de inflación de la eurozona, medidos por el Índice Armonizado de Precios al Consumidor (IPCA), son un importante indicador econométrico para el euro. Si la inflación aumenta más de lo esperado, especialmente si supera el objetivo del 2% del BCE, obliga al BCE a subir los tipos de interés para volver a controlarla. Los tipos de interés relativamente altos en comparación con sus homólogos suelen beneficiar al euro, ya que hacen que la región sea más atractiva como lugar para que los inversores globales depositen su dinero.
Los datos publicados miden la salud de la economía y pueden tener un impacto en el euro. Indicadores como el PIB, los PMI de manufactura y servicios, el empleo y las encuestas de confianza del consumidor pueden influir en la dirección de la moneda única. Una economía fuerte es buena para el Euro. No sólo atrae más inversión extranjera, sino que puede alentar al BCE a subir los tipos de interés, lo que fortalecerá directamente al euro. De lo contrario, si los datos económicos son débiles, es probable que el Euro caiga. Los datos económicos de las cuatro mayores economías de la zona del euro (Alemania, Francia, Italia y España) son especialmente significativos, ya que representan el 75% de la economía de la zona del euro.
Otro dato importante que se publica sobre el Euro es la balanza comercial. Este indicador mide la diferencia entre lo que un país gana con sus exportaciones y lo que gasta en importaciones durante un período determinado. Si un país produce productos de exportación muy demandados, su moneda ganará valor simplemente por la demanda adicional creada por los compradores extranjeros que buscan comprar esos bienes. Por lo tanto, una balanza comercial neta positiva fortalece una moneda y viceversa en el caso de un saldo negativo