El par USD/JPY se debilita a alrededor de 151.95 durante las horas de negociación asiáticas del viernes. El Yen japonés (JPY) sube después de los comentarios del gobernador del Banco de Japón (BoJ), Kazuo Ueda, que fueron interpretados como un aumento de la probabilidad de una subida de tasas en diciembre.
El Banco de Japón (BoJ) decidió mantener las tasas de interés a corto plazo en 0.25% en su reunión de dos días el jueves. El banco central proyectó que la inflación se movería alrededor de su objetivo del 2% en los próximos años. "Mirando los datos nacionales, los salarios y los precios se están moviendo en línea con nuestras previsiones. En cuanto a los riesgos a la baja para las economías de EE.UU. y del extranjero, estamos viendo que las nubes se despejan un poco", dijo el gobernador del BoJ, Kazuo Ueda. Los comentarios menos moderados de los funcionarios del BoJ probablemente apuntalarán al JPY a corto plazo.
Los datos de Nóminas No Agrícolas (NFP) de octubre en EE.UU. serán el centro de atención el viernes. Se estima que la economía estadounidense añadió 113.000 empleos en octubre, mientras que se espera que la tasa de desempleo se mantenga estable en 4.1%. En caso de que los datos sean más débiles de lo esperado, esto podría impulsar las apuestas moderadas de la Reserva Federal (Fed), ejerciendo cierta presión de venta sobre el Dólar.
El Banco de Japón (BoJ) es el banco central japonés, que fija la política monetaria del país. Su mandato es emitir billetes y llevar a cabo el control monetario y de divisas para garantizar la estabilidad de los precios, lo que significa un objetivo de inflación en torno al 2%.
El Banco de Japón se ha embarcado en una política monetaria ultralaxa desde 2013 con el fin de estimular la economía y alimentar la inflación en medio de un entorno de baja inflación. La política del banco se basa en el Quantitative and Qualitative Easing (QQE), o impresión de billetes para comprar activos como bonos del Estado o de empresas para proporcionar liquidez. En 2016, el banco redobló su estrategia y relajó aún más la política introduciendo primero tipos de interés negativos y controlando después directamente el rendimiento de sus bonos del Estado a 10 años.
El estímulo masivo del Banco de Japón ha provocado la depreciación del Yen frente a sus principales pares monetarios. Este proceso se ha exacerbado más recientemente debido a una creciente divergencia de políticas entre el Banco de Japón y otros bancos centrales principales, que han optado por aumentar bruscamente los tipos de interés para combatir unos niveles de inflación que llevan décadas en máximos históricos. La política del Banco de Japón de mantener los tipos bajos ha provocado un aumento del diferencial con otras divisas, arrastrando a la baja el valor del Yen.
La debilidad del Yen y el repunte de los precios mundiales de la energía han provocado un aumento de la inflación japonesa, que ha superado el objetivo del 2% fijado por el Banco de Japón. Aun así, el Banco de Japón juzga que todavía no se vislumbra la consecución sostenible y estable del objetivo del 2%, por lo que parece improbable un cambio brusco de la política monetaria actual.