El EUR/USD cayó aún más en el lado bajista el martes, disminuyendo un quinto de un por ciento y deslizándose por debajo de la media móvil exponencial (EMA) de 200 días. La acción del precio cerró por debajo de la zona de 1.0900 por primera vez desde principios de agosto. El par ha caído casi un 3% desde los picos de finales de septiembre justo al norte de la zona de 1.1200.
Los bancos europeos informaron en general de repercusiones negativas del recorte de tasas del Banco Central Europeo (BCE) en verano, con bancos de la zona euro informando que, aunque los estándares de crédito se han mantenido sin cambios en general y de hecho se han relajado para los préstamos a hogares, las condiciones de crédito al consumo siguen siendo estrictas. Un repunte en la demanda de préstamos hipotecarios se basa exclusivamente en la anticipación de más recortes de tasas, lo que implica que los consumidores están sobreendeudándose a corto plazo, mientras que el ingreso neto por intereses de los bancos de la UE como resultado de las decisiones de tasas del BCE se ha vuelto negativo por primera vez desde 2022.
La próxima decisión de tasas del BCE el jueves se espera ampliamente que sea un recorte de un cuarto de punto en la tasa de depósito principal, con los mercados pronosticando ampliamente un recorte de tasas de 25 pbs, mientras que se espera que la tasa principal de refinanciación del BCE se recorte en un similar 25 pbs al 3,4% desde el 3,65%.
En otros datos del EUR/USD, las cifras de ventas minoristas de EE.UU. para septiembre están programadas para la sesión del mercado estadounidense del jueves. Se espera que las ventas minoristas de EE.UU. se recuperen en el mes de septiembre, con una previsión de aumento al 0,3% mensual desde el 0,1% anterior.
El EUR/USD ha caído de nuevo por debajo de la EMA de 200 días y ha perdido la zona de 1.0900. El par ha cerrado en rojo en todos menos tres de los últimos 12 días consecutivos de negociación. Las advertencias de sobreventa en el indicador de convergencia/divergencia de medias móviles (MACD) implican que el impulso bajista a corto plazo en el EUR/USD puede haber llegado a su fin, dejando al par preparado para un rebote alcista desde la EMA de 200 días.
El Euro es la moneda de los 20 países de la Unión Europea que pertenecen a la zona euro. Es la segunda divisa más negociada del mundo, por detrás del Dólar estadounidense. En 2022, representó el 31% de todas las transacciones de cambio de divisas, con un volumen medio diario de más de 2.2 billones de dólares al día. El EUR/USD es el par de divisas más negociado del mundo, con un 30% estimado de todas las transacciones, seguido del EUR/JPY (4%), el EUR/GBP (3%) y el EUR/AUD (2%).
El Banco Central Europeo (BCE), con sede en Fráncfort (Alemania), es el banco de reserva de la zona euro. El BCE fija las tasas de interés y gestiona la política monetaria El principal mandato del BCE es mantener la estabilidad de precios, lo que significa controlar la inflación o estimular el crecimiento. Su principal instrumento es subir o bajar las tasas de interés. Unos tipos de interés relativamente altos -o la expectativa de unos tipos más altos- suelen beneficiar al Euro y viceversa. El Consejo de Gobierno del BCE adopta las decisiones de política monetaria en reuniones que se celebran ocho veces al año. Las decisiones las toman los directores de los bancos nacionales de la eurozona y seis miembros permanentes, entre ellos la presidenta del BCE, Christine Lagarde.
Los datos de inflación de la eurozona, medidos por el Índice Armonizado de Precios de Consumo (IPCA), son un dato econométrico importante para el euro. Si la inflación aumenta más de lo previsto, especialmente si supera el objetivo del 2% fijado por el BCE, éste se ve obligado a subir las tasas de interés para volver a controlarla. Unos tipos de interés relativamente altos en comparación con sus homólogos suelen beneficiar al Euro, ya que hace que la región resulte más atractiva como lugar para que los inversores mundiales aparquen su dinero.
Las publicaciones de datos miden la salud de la economía y pueden influir en el Euro. Indicadores como el PIB, los PMI de manufactura y servicios, el empleo y las encuestas sobre el sentimiento de los consumidores pueden influir en la dirección de la moneda única. Una economía fuerte es bien para el Euro. No sólo atrae más inversión extranjera, sino que puede animar al BCE a subir los tipos de interés, lo que reforzará directamente al Euro. Por el contrario, si los datos económicos son débiles, es probable que el Euro caiga. Los datos económicos de las cuatro mayores economías de la zona euro (Alemania, Francia, Italia y España) son especialmente significativos, ya que representan el 75% de la economía de la eurozona.
Otra publicación importante para el euro es la balanza comercial. Este indicador mide la diferencia entre lo que un país gana con sus exportaciones y lo que gasta en importaciones durante un periodo determinado. Si un país produce productos de exportación muy solicitados, su divisa se revalorizará debido a la demanda adicional creada por los compradores extranjeros que desean adquirir estos bienes. Por lo tanto, una balanza comercial neta positiva fortalece una divisa y viceversa para una balanza negativa.