El par EUR/USD oscila en un rango estrecho por debajo de la zona de 1.0900 durante la sesión asiática del jueves y consolida las recientes pérdidas significativas hasta un mínimo de casi dos meses tocado el día anterior.
El Dólar estadounidense (USD) se mantiene firme cerca de su nivel más alto desde el 16 de agosto, ya que los operadores han descartado la posibilidad de otro recorte de tasas de interés de 50 puntos básicos (pb) por parte de la Reserva Federal (Fed) en noviembre. Además, la valoración actual del mercado indica una probabilidad superior al 20% de que el banco central de EE.UU. mantenga las tasas sin cambios el próximo mes, y las expectativas fueron reafirmadas por las minutas de línea dura del FOMC publicadas el miércoles. Esto mantiene el rendimiento de la deuda pública estadounidense de referencia a 10 años por encima del umbral del 4%, lo que debería respaldar al Dólar y actuar como un viento en contra para el par EUR/USD.
La moneda compartida, por otro lado, sigue siendo presionada por la creciente aceptación de que el Banco Central Europeo (BCE) reducirá los costos de endeudamiento en 25 pb en cada una de las dos reuniones de política monetaria para fin de año. Además, el riesgo de una mayor escalada de las tensiones geopolíticas en Oriente Medio debería beneficiar al Dólar de refugio seguro y sugiere que el camino de menor resistencia para el par EUR/USD es a la baja. Los operadores, sin embargo, podrían abstenerse de abrir nuevas posiciones bajistas y preferir esperar las últimas cifras de inflación de EE.UU. antes de posicionarse para un nuevo movimiento de depreciación.
El crucial Índice de Precios al Consumidor (IPC) de EE.UU. se publicará más tarde durante la sesión americana de este jueves y será seguido por el Índice de Precios de Producción (IPP) de EE.UU. el viernes. Los datos desempeñarán un papel clave en la influencia de las expectativas sobre la trayectoria de recorte de tasas de la Fed, lo que, a su vez, impulsará la demanda del USD a corto plazo y proporcionará un nuevo impulso direccional al par EUR/USD.
El Euro es la moneda de los 20 países de la Unión Europea que pertenecen a la zona euro. Es la segunda divisa más negociada del mundo, por detrás del Dólar estadounidense. En 2022, representó el 31% de todas las transacciones de cambio de divisas, con un volumen medio diario de más de 2.2 billones de dólares al día. El EUR/USD es el par de divisas más negociado del mundo, con un 30% estimado de todas las transacciones, seguido del EUR/JPY (4%), el EUR/GBP (3%) y el EUR/AUD (2%).
El Banco Central Europeo (BCE), con sede en Fráncfort (Alemania), es el banco de reserva de la zona euro. El BCE fija las tasas de interés y gestiona la política monetaria El principal mandato del BCE es mantener la estabilidad de precios, lo que significa controlar la inflación o estimular el crecimiento. Su principal instrumento es subir o bajar las tasas de interés. Unos tipos de interés relativamente altos -o la expectativa de unos tipos más altos- suelen beneficiar al Euro y viceversa. El Consejo de Gobierno del BCE adopta las decisiones de política monetaria en reuniones que se celebran ocho veces al año. Las decisiones las toman los directores de los bancos nacionales de la eurozona y seis miembros permanentes, entre ellos la presidenta del BCE, Christine Lagarde.
Los datos de inflación de la eurozona, medidos por el Índice Armonizado de Precios de Consumo (IPCA), son un dato econométrico importante para el euro. Si la inflación aumenta más de lo previsto, especialmente si supera el objetivo del 2% fijado por el BCE, éste se ve obligado a subir las tasas de interés para volver a controlarla. Unos tipos de interés relativamente altos en comparación con sus homólogos suelen beneficiar al Euro, ya que hace que la región resulte más atractiva como lugar para que los inversores mundiales aparquen su dinero.
Las publicaciones de datos miden la salud de la economía y pueden influir en el Euro. Indicadores como el PIB, los PMI de manufactura y servicios, el empleo y las encuestas sobre el sentimiento de los consumidores pueden influir en la dirección de la moneda única. Una economía fuerte es bien para el Euro. No sólo atrae más inversión extranjera, sino que puede animar al BCE a subir los tipos de interés, lo que reforzará directamente al Euro. Por el contrario, si los datos económicos son débiles, es probable que el Euro caiga. Los datos económicos de las cuatro mayores economías de la zona euro (Alemania, Francia, Italia y España) son especialmente significativos, ya que representan el 75% de la economía de la eurozona.
Otra publicación importante para el euro es la balanza comercial. Este indicador mide la diferencia entre lo que un país gana con sus exportaciones y lo que gasta en importaciones durante un periodo determinado. Si un país produce productos de exportación muy solicitados, su divisa se revalorizará debido a la demanda adicional creada por los compradores extranjeros que desean adquirir estos bienes. Por lo tanto, una balanza comercial neta positiva fortalece una divisa y viceversa para una balanza negativa.