El par GBP/USD oscila dentro de un rango estrecho justo por encima de la marca de 1.3200 durante la sesión asiática del martes y consolida la fuerte subida del día anterior hasta un máximo de más de una semana. Los inversores optan por mantenerse al margen antes de los riesgos clave de eventos del banco central: la muy anticipada reunión de dos días del FOMC que comienza este martes y la actualización de política del Banco de Inglaterra (BoE) el jueves.
La Reserva Federal (Fed) tiene previsto anunciar su decisión el miércoles y los mercados están valorando actualmente más de un 60% de probabilidad de un recorte de tasas de interés de 50 puntos básicos en medio de señales de alivio de las presiones inflacionarias. Esto mantiene los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE.UU. deprimidos en mínimos de uno o dos años y no ayuda al Dólar estadounidense (USD) a registrar una recuperación significativa desde el mínimo anual, lo que, a su vez, actúa como un viento de cola para el par GBP/USD.
La Libra esterlina (GBP), por otro lado, está respaldada por las expectativas de que el ciclo de recortes de tasas del BoE sea más lento que en Estados Unidos (EE.UU.). Dicho esto, los inversores aún apuestan por más recortes de tasas del BoE, especialmente después de que los datos publicados la semana pasada señalaran una desaceleración en el crecimiento salarial del Reino Unido y un PIB plano por segundo mes consecutivo en julio. Esto podría frenar a los operadores de realizar apuestas alcistas agresivas en torno al par GBP/USD y limitar las subidas.
De cara al futuro, no se espera ningún dato económico relevante que mueva el mercado desde el Reino Unido el martes, dejando los precios al contado a merced del USD. Más tarde, durante la sesión norteamericana temprana, los operadores tomarán pistas de la publicación de los datos de Ventas Minoristas de EE.UU., que, junto con los rendimientos de los bonos de EE.UU., influirán en la demanda del USD y proporcionarán cierto impulso al par GBP/USD. No obstante, el mencionado trasfondo fundamental justifica cierta cautela para los operadores agresivos.
El Banco de Inglaterra (BoE) decide la política monetaria del Reino Unido. Su principal objetivo es lograr la estabilidad de los precios, es decir, una tasa de inflación constante del 2%. Su instrumento para lograrlo es el ajuste de las tasas básicos de préstamo. El BoE fija el tipo al que presta a los bancos comerciales y al que los bancos se prestan entre sí, determinando el nivel de los tipos de interés en la economía en general. Esto también influye en el valor de la Libra esterlina (GBP).
Cuando la inflación supera el objetivo del Banco de Inglaterra, éste responde subiendo los tipos de interés, lo que encarece el acceso al crédito para los ciudadanos y las empresas. Esto es positivo para la Libra esterlina, ya que unos tipos de interés más altos hacen del Reino Unido un lugar más atractivo para que los inversores mundiales inviertan su dinero. Cuando la inflación cae por debajo del objetivo, es señal de que el crecimiento económico se está ralentizando, y el Banco de Inglaterra considerará la posibilidad de bajar los tipos de interés para abaratar el crédito con la esperanza de que las empresas pidan prestado para invertir en proyectos que generen crecimiento, lo que es negativo para la Libra esterlina.
En situaciones extremas, el Banco de Inglaterra puede aplicar una política denominada Quantitative Easing (QE). El QE es el proceso por el cual el BoE aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. El QE es una política de último recurso cuando la bajada de los tipos de interés no logra el resultado necesario. El proceso de QE implica que el Banco de Inglaterra imprima dinero para comprar activos, normalmente bonos del Estado o bonos corporativos con calificación AAA, de bancos y otras instituciones financieras. El QE suele traducirse en un debilitamiento de la Libra esterlina.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el reverso del QE, y se aplica cuando la economía se está fortaleciendo y la inflación empieza a subir. Mientras que en el QE el Banco de Inglaterra (BoE) compra bonos del Estado y de empresas a las instituciones financieras para animarlas a conceder préstamos, en el QT el BoE deja de comprar más bonos y deja de reinvertir el principal que vence de los bonos que ya posee. Suele ser positivo para la Libra esterlina.