El par GBP/USD gana tracción positiva por segundo día consecutivo y se recupera aún más desde un mínimo de más de tres semanas, alrededor de la marca psicológica de 1.3000 tocada el miércoles. El impulso eleva los precios al contado a la zona de 1.3100, o un nuevo máximo semanal durante la sesión asiática, y está patrocinado por el tono fuertemente ofrecido en torno al Dólar estadounidense (USD).
El índice del Dólar estadounidense (DXY), que sigue al billete verde frente a una cesta de divisas, cae a un mínimo de más de una semana en medio de crecientes apuestas por un recorte de tasas más grande por parte de la Reserva Federal (Fed), impulsado por el informe más suave del Índice de Precios de Producción (IPP) de EE.UU. del jueves. Las expectativas moderadas de la Fed mantienen los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE.UU. deprimidos cerca del mínimo de 2024, lo que, junto con el optimismo del mercado, debilita al Dólar de refugio seguro y actúa como un viento de cola para el par GBP/USD.
Mientras tanto, los alcistas parecen indiferentes a las apuestas por más recortes de tasas por parte del Banco de Inglaterra (BoE), especialmente después de que los datos publicados esta semana apuntaran a una desaceleración en el crecimiento salarial del Reino Unido y un PIB plano por segundo mes consecutivo en julio. Sin embargo, los mercados piensan que el BoE aflojará la política menos que la Fed durante el próximo año. Esto, a su vez, beneficia a la Libra esterlina (GBP) y resulta ser otro factor que presta soporte adicional al par GBP/USD.
Sin embargo, queda por ver si los alcistas pueden capitalizar el movimiento o abstenerse de realizar apuestas agresivas antes de los riesgos clave de eventos del banco central la próxima semana. Está previsto que la Fed anuncie su decisión de política monetaria al término de una reunión de dos días el próximo miércoles. Esto será seguido por la crucial reunión del BoE el jueves, que jugará un papel clave en proporcionar un impulso significativo al par GBP/USD y determinar el próximo tramo de un movimiento direccional.
El Banco de Inglaterra (BoE) decide la política monetaria del Reino Unido. Su principal objetivo es lograr la estabilidad de los precios, es decir, una tasa de inflación constante del 2%. Su instrumento para lograrlo es el ajuste de las tasas básicos de préstamo. El BoE fija el tipo al que presta a los bancos comerciales y al que los bancos se prestan entre sí, determinando el nivel de los tipos de interés en la economía en general. Esto también influye en el valor de la Libra esterlina (GBP).
Cuando la inflación supera el objetivo del Banco de Inglaterra, éste responde subiendo los tipos de interés, lo que encarece el acceso al crédito para los ciudadanos y las empresas. Esto es positivo para la Libra esterlina, ya que unos tipos de interés más altos hacen del Reino Unido un lugar más atractivo para que los inversores mundiales inviertan su dinero. Cuando la inflación cae por debajo del objetivo, es señal de que el crecimiento económico se está ralentizando, y el Banco de Inglaterra considerará la posibilidad de bajar los tipos de interés para abaratar el crédito con la esperanza de que las empresas pidan prestado para invertir en proyectos que generen crecimiento, lo que es negativo para la Libra esterlina.
En situaciones extremas, el Banco de Inglaterra puede aplicar una política denominada Quantitative Easing (QE). El QE es el proceso por el cual el BoE aumenta sustancialmente el flujo de crédito en un sistema financiero atascado. El QE es una política de último recurso cuando la bajada de los tipos de interés no logra el resultado necesario. El proceso de QE implica que el Banco de Inglaterra imprima dinero para comprar activos, normalmente bonos del Estado o bonos corporativos con calificación AAA, de bancos y otras instituciones financieras. El QE suele traducirse en un debilitamiento de la Libra esterlina.
El endurecimiento cuantitativo (QT) es el reverso del QE, y se aplica cuando la economía se está fortaleciendo y la inflación empieza a subir. Mientras que en el QE el Banco de Inglaterra (BoE) compra bonos del Estado y de empresas a las instituciones financieras para animarlas a conceder préstamos, en el QT el BoE deja de comprar más bonos y deja de reinvertir el principal que vence de los bonos que ya posee. Suele ser positivo para la Libra esterlina.