El Euro registró pérdidas del 0,44% el lunes, ya que la moneda común extendió su caída tras romper el nivel de soporte de 1.1100. Las expectativas de que el Banco Central Europeo (BCE) recorte las tasas en la reunión del 12 de septiembre pesaron sobre el EUR/USD, que cotiza a 1.1036, prácticamente sin cambios al inicio de la sesión asiática del martes.
Wall Street cerró la sesión del lunes en verde, reflejando un optimismo en el apetito por el riesgo antes de una semana que incluirá la publicación de datos de inflación en Estados Unidos (EE.UU.). Al otro lado del charco, la mayoría de los analistas estiman que el BCE recortará las tasas en 25 puntos básicos.
Los analistas de BBH esperan que el BCE mantenga su orientación cautelosa de flexibilización que "mantendrá la política suficientemente restrictiva durante el tiempo que sea necesario" y seguirá siendo dependiente de los datos.
Se espera que el BCE desvele sus proyecciones económicas, que incluyen una revisión a la baja del crecimiento económico y la inflación. Los operadores del mercado monetario continúan valorando recortes de 50 a 75 puntos básicos hacia finales de año.
En cuanto a los datos, la agenda económica de la Eurozona (UE) incluirá datos de inflación de Alemania el martes, seguidos de la producción industrial de la UE el viernes.
Las expectativas de inflación de los consumidores de la Fed de Nueva York se mantuvieron ancladas en el umbral del 3% en el frente de EE.UU. De cara a la semana, se espera que el Índice de Precios al Consumo (IPC) de EE.UU. para agosto caiga hacia el objetivo del 2% de la Fed.
Si el IPC baja, aumentan las probabilidades de que la Reserva Federal recorte su tasa en 50 puntos básicos. De lo contrario, los ajustes graduales a la política monetaria ya están valorados.
La herramienta CME FedWatch muestra que las probabilidades de un recorte de tasas de 25 pbs son del 70%, mientras que para un recorte de 50 pbs son del 30%.
Desde un punto de vista técnico, el EUR/USD sigue siendo neutral a sesgo alcista, aunque una ruptura decisiva por debajo del mínimo del 3 de septiembre de 1.1026 podría abrir la puerta a más caídas. Los niveles de soporte clave, como la marca de 1.1000, estarán expuestos, seguidos por la media móvil de 50 días (DMA) en 1.0958. Una ruptura de esta última y el par podría probar la confluencia de las medias móviles de 100 y 200 días en torno a 1.0867/58, antes de caer al mínimo del 1 de agosto en 1.0777.
Para una reanudación alcista, los compradores deben elevar el par por encima del máximo del 9 de septiembre en 1.1091.
El Euro es la moneda de los 20 países de la Unión Europea que pertenecen a la zona euro. Es la segunda divisa más negociada del mundo, por detrás del Dólar estadounidense. En 2022, representó el 31% de todas las transacciones de cambio de divisas, con un volumen medio diario de más de 2.2 billones de dólares al día. El EUR/USD es el par de divisas más negociado del mundo, con un 30% estimado de todas las transacciones, seguido del EUR/JPY (4%), el EUR/GBP (3%) y el EUR/AUD (2%).
El Banco Central Europeo (BCE), con sede en Fráncfort (Alemania), es el banco de reserva de la zona euro. El BCE fija las tasas de interés y gestiona la política monetaria El principal mandato del BCE es mantener la estabilidad de precios, lo que significa controlar la inflación o estimular el crecimiento. Su principal instrumento es subir o bajar las tasas de interés. Unos tipos de interés relativamente altos -o la expectativa de unos tipos más altos- suelen beneficiar al Euro y viceversa. El Consejo de Gobierno del BCE adopta las decisiones de política monetaria en reuniones que se celebran ocho veces al año. Las decisiones las toman los directores de los bancos nacionales de la eurozona y seis miembros permanentes, entre ellos la presidenta del BCE, Christine Lagarde.
Los datos de inflación de la eurozona, medidos por el Índice Armonizado de Precios de Consumo (IPCA), son un dato econométrico importante para el euro. Si la inflación aumenta más de lo previsto, especialmente si supera el objetivo del 2% fijado por el BCE, éste se ve obligado a subir las tasas de interés para volver a controlarla. Unos tipos de interés relativamente altos en comparación con sus homólogos suelen beneficiar al Euro, ya que hace que la región resulte más atractiva como lugar para que los inversores mundiales aparquen su dinero.
Las publicaciones de datos miden la salud de la economía y pueden influir en el Euro. Indicadores como el PIB, los PMI de manufactura y servicios, el empleo y las encuestas sobre el sentimiento de los consumidores pueden influir en la dirección de la moneda única. Una economía fuerte es bien para el Euro. No sólo atrae más inversión extranjera, sino que puede animar al BCE a subir los tipos de interés, lo que reforzará directamente al Euro. Por el contrario, si los datos económicos son débiles, es probable que el Euro caiga. Los datos económicos de las cuatro mayores economías de la zona euro (Alemania, Francia, Italia y España) son especialmente significativos, ya que representan el 75% de la economía de la eurozona.
Otra publicación importante para el euro es la balanza comercial. Este indicador mide la diferencia entre lo que un país gana con sus exportaciones y lo que gasta en importaciones durante un periodo determinado. Si un país produce productos de exportación muy solicitados, su divisa se revalorizará debido a la demanda adicional creada por los compradores extranjeros que desean adquirir estos bienes. Por lo tanto, una balanza comercial neta positiva fortalece una divisa y viceversa para una balanza negativa.