El EUR/GBP retrocede sus recientes ganancias de la sesión anterior, cotizando alrededor de 0.8440 durante las horas europeas del lunes. El euro enfrenta desafíos ya que los recientes datos de inflación de la eurozona han solidificado las expectativas de un recorte de tasas por parte del Banco Central Europeo (BCE) en la próxima reunión de política del jueves.
Con la inflación general acercándose al 2% y las previsiones de inflación a largo plazo manteniéndose estables alrededor del mismo nivel, el BCE tiene suficiente justificación para relajar aún más su postura de política monetaria. Además, los datos mixtos del Producto Interno Bruto (PIB) de la eurozona de la semana pasada han reforzado las expectativas de un posible recorte de tasas por parte del BCE.
La desaceleración del crecimiento está alimentando preocupaciones de que tasas de interés excesivamente altas puedan estar sofocando la expansión económica, eco de los comentarios realizados por Piero Cipollone, miembro del Comité Ejecutivo del BCE. Cipollone advirtió sobre "un riesgo real de que la postura del BCE podría volverse demasiado restrictiva", destacando aún más el posible impacto de la política monetaria actual en el crecimiento.
La libra esterlina (GBP) puede mantenerse estable mientras los inversores esperan los datos de empleo del Reino Unido para el trimestre que finaliza en julio, que se publicarán el martes. Este informe del mercado laboral podría moldear las expectativas del mercado respecto a las decisiones de tasas de interés del Banco de Inglaterra para el resto del año.
Las estimaciones sugieren que la tasa de desempleo de la OIT podría disminuir ligeramente al 4.1% desde el 4.2% anterior. Mientras tanto, se proyecta que las ganancias medias, incluidas las bonificaciones, se suavicen al 4.1%, desde la cifra anterior del 4.5%. Un crecimiento salarial más lento podría aumentar las expectativas de nuevos recortes de tasas por parte del Banco de Inglaterra, ya que indicaría una posible disminución de la inflación en el sector de servicios.
Las instituciones financieras cobran los tipos de interés sobre los préstamos a los prestatarios y los pagan como intereses a los ahorradores y depositantes. En ellos influyen los tipos básicos de interés, que fijan los bancos centrales en función de la evolución de la economía. Normalmente, los bancos centrales tienen el mandato de garantizar la estabilidad de los precios, lo que en la mayoría de los casos significa fijar como objetivo una tasa de inflación subyacente en torno al 2%.
Si la inflación cae por debajo del objetivo, el banco central puede recortar los tipos básicos de interés, con el fin de estimular el crédito e impulsar la economía. Si la inflación aumenta sustancialmente por encima del 2%, el banco central suele subir los tipos de interés de los préstamos básicos para intentar reducir la inflación.
En general, unos tipos de interés más elevados contribuyen a reforzar la moneda de un país, ya que lo convierten en un lugar más atractivo para que los inversores mundiales aparquen su dinero.
Los tipos de interés más altos influyen en el precio del Oro porque aumentan el coste de oportunidad de mantener Oro en lugar de invertir en un activo que devengue intereses o depositar efectivo en el banco.
Si los tipos de interés son altos, el precio del Dólar estadounidense (USD) suele subir y, como el Oro cotiza en dólares, el precio del Oro baja.
La tasa de los fondos federales es el tipo a un día al que los bancos estadounidenses se prestan entre sí. Es el tipo de interés oficial que suele fijar la Reserva Federal en sus reuniones del FOMC. Se fija en una horquilla, por ejemplo 4.75%-5.00%, aunque el límite superior (en este caso 5.00%) es la cifra citada.
Las expectativas del mercado sobre el tipo de interés de los fondos de la Reserva Federal son seguidas por la herramienta FedWatch del CME, que determina el comportamiento de muchos mercados financieros en previsión de futuras decisiones de política monetaria de la Reserva Federal.