Diferencia entre las acciones y las participaciones

Conforme nos vamos adentrando más y más en el apasionante mundo de la inversión nos vamos topando con nueva terminología que conviene conocer. Así, la aparición de las participaciones como títulos alternativos a las acciones es una de empresa.

Lejos de lo que pudiere parecer a simple vista, no es lo mismo adquirir una participación que una acción, del mismo modo que no es lo mismo comprar una acción que un bono. Es más, a la hora de hablar de participaciones también habrá que diferenciar entre las participaciones empresariales y las participaciones en fondos de inversión.

En este artículo nos marcaremos el propósito último de esclarecer todas estas cuestiones para que el inversor sea consciente en todo momento de qué es aquello que está adquiriendo, cómo funciona y qué derechos o facultades le otorga. De esta manera nuestra experiencia de trading a través de MiTrade será no sólo rentable sino también libre de sobresaltos.

Comencemos por lo básico, ¿sabemos qué son exactamente las acciones de una empresa? Puede que la mayoría de los lectores tenga una idea certera o bastante aproximada, pero estadísticamente siempre hay personas que cuentan con una definición que no es del todo exacta. Por eso, para poder estructurar bien nuestro artículo, empezaremos aquí.

Las acciones no son ni más ni menos que una parte alícuota en que se divide el capital social y económico de una empresa. Dichas acciones suponen títulos de propiedad, por los cuales nosotros, en tanto que accionistas, somos dueños de la compañía (en la proporción que resulte, claro está).

Si poseemos un porcentaje significativo, el suficiente como para poder influir en las decisiones de la empresa, entonces tendremos la consideración de accionista de referencia. Por el contrario, si nuestra participación es baja y no contamos con peso suficiente como para influir en las decisiones, tenemos la consideración de accionista minoritario. Eso sí, a pesar de ello existen distintas agrupaciones de accionistas minoritarios que por agregación acaban siendo relevantes.

●   Beneficios de las acciones

Como accionistas contamos con diferentes privilegios, a saber:

◆  Derecho a cobro de dividendos cuando estos se decidan repartir por parte de la Junta General de Accionistas.

◆  Derecho de información acerca de la situación contable, legal y de negocio de la compañía.

◆  Derecho de asistencia y voto en la Junta General de Accionistas.

◆  Derecho de Suscripción Preferente (DSP) cuando se realizan ampliaciones de capital o emisiones de bonos convertibles en acciones. Estos derechos también se negocian temporalmente en las bolsas.

◆  Derecho a Cuota de Liquidación en caso de que se disuelva la empresa y se liquiden sus activos.

A propósito de las acciones y el rol del accionista, la Comisión Nacional del Mercado de Valores de España (CNMV) ha desarrollado una interesante e ilustrativa guía informativa.

●   Acciones y bolsa

Es importante en este punto saber diferenciar entre las acciones y las bolsas de valores. Efectivamente, las acciones cotizan en mercados secundarios que nosotros llamamos generalmente "bolsas", como Wall Street, Londres o la Bolsa de Madrid.

Sin embargo, el hecho de que una empresa decida cotizar en bolsa es totalmente voluntario, de hecho hay una mayor proporción de empresas no cotizadas que cotizadas, y en ambos casos hay acciones.

Es más, incluso una empresa cotizada no necesariamente ha de tener todo su capital expuesto a terceros, sino que puede reservarse para sí una parte. Es lo que se suele conocer como la distinción entre autocartera y acciones en circulación.

●   ¿Qué ha de hacer una empresa que quiere sacar a bolsa sus acciones?

Las empresas tienen diferentes maneras de hacer que sus acciones salgan al mercado según la decisión que más les interese.

◆  Si no se van a emitir más acciones y lo que se pretende es poner a la venta parte de las actuales (o su totalidad), entonces se recurre a una Oferta Pública de Venta (OPV).

◆  Si se van a emitir nuevas acciones entonces se recurrirá a una Oferta Pública de Suscripción (OPS)

◆  Si simplemente se quiere listar a la empresa en bolsa, pero no hay por el momento intención de vender acciones privadas ni de emitir nuevas acciones, entonces se recurre al listing.

●   Tipos comunes de acciones

Dentro de las acciones también existen diferentes tipos. La CNMV recoge hasta cuatro, si bien es cierto que bajo diferentes jurisdicciones pueden darse otras fórmulas diferentes.

En primer lugar, estarían las acciones ordinarias, que son las acciones tal y como figuran en la descripción: partes alícuotas de una empresa que te permiten el derecho a cobro de dividendos y la intervención y voto en las Juntas.

Después encontraríamos a las acciones privilegiadas o preferentes, que son aquellas que otorgan un derecho preferente de cobro en caso de dividendos o liquidación de la empresa, pero no obstante no cuentan con el derecho de voto y la rentabilidad que ofrecen depende de cómo marche la empresa.

Las acciones sin voto serían exactamente igual que las ordinarias pero, como su nombre indica, no tendrían capacidad de votación. Por último, las acciones rescatables son una suerte de acciones con pacto de recompra cuya duración no es indefinida, sino que está fijada de antemano.

●   Acciones y CFD, ¿son lo mismo?

Un aspecto llamativo es la facilidad con la que muchas veces confundimos las acciones y los CFD, pues aunque estén relacionados no son iguales. Las acciones ya las hemos explicado, por su parte los CFD vamos a recordar una vez más lo que son.

Cuando hablamos de CFD hablamos de derivados financieros cuyo comportamiento deriva del comportamiento de otro activo financiero. Así, los CFD sobre acciones se comportarán exactamente igual que las acciones, pero no serán acciones.

Esto quiere decir que su precio y su variación serán idénticos, y también cobraremos dividendos, pero por el contrario no vamos a tener los derechos de voto y acceso a Junta General de accionistas.

Las participaciones son también partes alícuotas del capital de la empresa, pero difieren de las acciones en varios aspectos importantes.

Las acciones sólo pueden ser emitidas por Sociedades Anónimas, mientras que las participaciones pueden ser emitidas por cualquier empresa que se precie. Con las participaciones vamos a tener derecho de cobro de dividendos, pero no derecho de voto.

Además, las participaciones no se negocian en mercados ni bolsas de valores, lo que hace que su liquidez sea muy reducida y que además no fije su precio por los llamados criterios de mercado, sino que lo haga únicamente obedeciendo a la situación actual de la empresa y su previsión de ingresos.

●   Las participaciones en los fondos de inversión

Es posible que hayamos oído el término "participación" vinculado a los fondos de inversión. En efecto, cuando adquirimos fondos de inversión lo que estamos haciendo es comprar participaciones de dicho fondo.

Los fondos de inversión son patrimonios constituidos por no menos de 100 partícipes (al menos según la legislación española), con un capital no menor de 3 millones de euros y en donde una Sociedad Gestora se dedica a gestionar las inversiones mientras que la Sociedad Depositaria ejecuta las órdenes y custodia los valores. 

Así, los fondos invierten en bonos y/o acciones siguiendo la política de inversión que se recoge en su folleto. En lugar de dividir todos los activos de la cartera en fracciones, lo que se hace el agruparlas como un único patrimonio y de ahí extraer las participaciones que son dadas a los propietarios o partícipes.

Un rasgo distintivo entre acciones y participaciones es la diferencia a la hora de realizar una compraventa de estas.

Las participaciones empresariales no están listadas en ningún mercado organizado, por lo que a la hora de querer comprarlas o venderlas vamos a tener que ir directamente al ámbito privado, conociendo a la contraparte, pues no hay forma de cruzar las operaciones de otro modo.

Por otro lado, las acciones pueden estar o no listadas según la decisión de la propia compañía.

Si están listadas significa que se negociarán en mercados financieros ordenados, nacionales e internacionales, por lo que podrán ser adquiridas (o vendidas) con relativa facilidad y sin tener que conocer a la contraparte. Brokers, corredores de bolsa, entidades financieras,… los intermediarios para poder negociar acciones de este tipo son diversos y accesibles.

Un elemento que debe de quedar claro es la diferencia de base existente entre la figura del accionista y la figura del partícipe. Aunque ya hemos indicado que no hay un único tipo de acciones sino varios, para no generar confusión vamos a referirnos al accionista en base a las características de las acciones ordinarias.

Un accionista, como su nombre indica, es aquel que posee acciones de una determinada compañía. Ser accionista no sólo nos proporciona derecho a una parte de los beneficios (en forma de dividendos), sino que también nos dota de un poder de decisión sobre la compañía al ser dueños de la misma en una determinada proporción. Esto hace que, en tanto que accionistas, seamos parte directa e interesada en el devenir de la empresa.

Por otro lado, el partícipe será una figura externa a la empresa que únicamente tiene una serie de derechos de cobro a lo largo de un plazo previamente estipulado (sin perjuicio de que a vencimiento se pueda renovar). Es por tanto una figura que asemeja más a un acreedor que a un accionista, pues más allá de que le paguen intereses y a vencimiento le devuelvan el dinero no hay más recorrido.

Vamos a hablar ahora de un factor que no suele ser conocido pero que en realidad tiene mucho interés, sobre todo de cara a aquellos inversores que suelen invertir en acciones "chicharro" o de empresas en situación de estrés. Estamos hablando del Orden de Prelación.

El orden de prelación es aquel que determina quién cobra antes en caso de quiebra de una empresa o entidad financiera. Su estructura es la que sigue:

En caso de que exista una quiebra veremos que los primeros en cobrar serán aquellos acreedores que cuenten con deuda senior garantizada o cédulas hipotecarias (en caso de que la quiebra sea de una entidad financiera).

Por el contrario, el accionista será siempre el último en cobrar cuando la empresa liquide. Esto es importante tenerlo en cuenta sobre todo si nuestro perfil premia la inversión en acciones de poco valor, pues corremos el riesgo de que si la compañía cae todo nuestro capital invertido en ella caiga también.

Si bien en el próximo apartado nos vamos a extender con los rasgos diferenciales entre acciones y participaciones, en éste lo que haremos será nombrar las características que guardan en común ambos productos.

Básicamente encontramos tres rasgos:

1️⃣Siempre se trata de partes alícuotas, es decir que no hay diferencia para con el capital social de la empresa y lo único que podemos encontrar es que en algunas ocasiones existan privilegios adicionales.

2️⃣Son acumulables, podemos tener acciones y/o participaciones acumuladas que pueden pertenecer o no a una misma compañía.

3️⃣Son indivisibles, siempre han de estar asignadas a un titular bien sea este persona física o persona jurídica.

Llegados a este punto, creemos interesante ofrecer un cuadro-resumen que recoja todas las características anteriormente descritas. De este modo, podremos evaluar de un vistazo las evidentes diferencias que hay entre acciones y participaciones.

De nuevo advertimos que la comparativa que haremos será en base a las acciones de tipo ordinario.

Como hemos podido comprobar, existen una serie de diferencias notables entre las participaciones y las acciones, diferencia que conviene tener clara para no incurrir en errores de bulto y adquirir productos que no sean exactamente los que estamos buscando.

Por regla general, al operar con plataformas como MiTrade únicamente vamos a encontrar acciones, no participaciones, y frecuentemente en formato de CFD sobre acciones. El motivo por el cual usar estos derivados a la hora de invertir básicamente obedece a que conlleva un menor coste, son más ágiles, se adaptan a todos los bolsillos y además permiten la operativa en corto.

En el aspecto negativo, ya sabemos que un CFD sobre acciones no te convierte de facto en un accionista, por lo que no tendremos ni derecho a voto ni derecho a asistencia a juntas entre otras cosas.

Sin embargo, el principal interés de los traders no está tanto en influir en las decisiones de una empresa sino en obtener de ella rentabilidad, y esto se hace por las dos vías que también nos procura el CFD: revalorización y dividendos.

Artículos relacionados que te pueden interesar:

▪  Cuando vender acciones - Estrategia para invertir en bolsa con Trading Ejemplos

▪  Invertir en acciones – Todas las oportunidades que existen para los principiantes

▪  Cómo calcular dividendos: en qué consistes y qué es la fecha ex dividendo

Trading con CFD Acciones en Mitrade ▼